El trato ético hacia los animales significa considerarlos como seres que tienen la capacidad de darse cuenta de lo que hay a su alrededor, de sentir y de tener una vida emocional plena. No son objetos, asegura Beatriz Vanda Cantón, secretaria académica del Programa Universitario de Bioética de la UNAM.
“Todos los animales vertebrados, no importa si son silvestres, de compañía, destinados a enseñanza e investigación, al trabajo del campo, al entretenimiento o la alimentación, son capaces de sentir alegría, miedo y dolor por lo que merecen respeto y consideración.
La investigadora explicó que dar un trato ético a los animales no significa darles lo que les gusta a los humanos, sino satisfacer sus requerimientos de juego, nutrición, espacio, interacción y descanso de acuerdo con su biología.
Leyes de protección
Países europeos como Suiza, Austria y Alemania son los que tienen las legislaciones más avanzadas en lo que se refiere al bienestar animal. En el Tratado de Lisboa, firmado entre estados miembros de la Unión Europea, se establece que los animales son seres sensibles y esto debe ser considerado en cualquier manejo que se haga con ellos.
Algunas leyes europeas exigen, por ejemplo, que los animales sean criados y matados con buenos niveles de bienestar. Se considera que el tamaño de sus jaulas sea más grande o que se les transporte a los mataderos sin estar hacinados. Incluso la matanza se lleva a cabo cuando ellos están previamente inconscientes.
Beatriz Banda comentó que México se encuentra muy atrasado al respecto. No cuenta con una ley general de bienestar ni de protección animal. Por otro lado, si bien hay estados de la República que tienen leyes, algunas solamente se enfocan en animales de compañía dejando desprotegidas a las otras especies.
“Aunque son un avance en México, urge contar con una ley marco federal que les dé más fuerza”, sugirió la especialista en bioética.
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