Un estudio reciente de la Universidad de Uppsala, en Suecia, muestra cómo se pueden emplear teléfonos inteligentes para grabar vídeos de células vivas sin la necesidad de equipos caros. Su trabajo se publica en la revista de acceso abierto Plos One', lo que posibilita a los laboratorios de todo el mundo hacer lo mismo.
Imágenes en vivo de las células son una herramienta muy poderosa para estudiar las células, para aprender acerca de cómo las células responden a diferentes tratamientos como medicamentos o toxinas. Sin embargo, los microscopios y equipos para ver imágenes en vivo son a menudo muy caros.
En esta investigación, se renovaron viejos microscopios invertidos estándares --que son muy abundantes en universidades y hospitales-- con estaciones de imagen de alta calidad en vivo utilizando unas pocas piezas impresas en 3D, electrónica y un teléfono inteligente. Se demostró que los sistemas mejorados resultantes proporcionaban excelentes condiciones para cultivo celular y permitían tomar imágenes de alta resolución de células vivas.
"Lo que hemos hecho en este proyecto no es ciencia de cohetes, sino mostrar cómo la impresión en 3D transformará la forma en que los científicos trabajan en todo el mundo. La impresión en 3D tiene el potencial de dar a los investigadores acceso limitado a métodos de investigación que antes eran demasiado caros", dice Johan Kreuger, profesor titular del Departamento de Biología Celular Médica de la Universidad de Uppsala.
"La tecnología aquí presentada puede ser fácilmente adaptada y modificada según las necesidades específicas de los investigadores y a bajo costo. De hecho, en el futuro será mucho más común que los científicos creen y modifiquen sus propios equipos de investigación, impulsando enormemente el desarrollo de la tecnología", concluye Kreuger.
jpe