Más Información
Senado destaca aprobación de 16 reformas constitucionales; entre ellas al Poder Judicial y Guardia Nacional
Trump y sus amenazas a México, ¿puede injerir en asuntos políticos del país?; esto dice la Constitución
De Mexicali a Buckingham; estudiantes mexicanos participarán en desfile internacional "London’s New Year’s Day Parade”
Sheinbaum supervisa avance del Trolebús Chalco-Santa Martha; se reúne con Delfina Gómez y Clara Brugada
Reinserta lanza campaña “Los otros Santas”; busca concientizar sobre el reclutamiento infantil por la delincuencia organizada.
jose.espindola@clabsa.com.mx
“De pie sobre la superficie de la Tierra experimentamos una sensación de solidez e inmovilidad, la cual hace difícil concebir que en realidad nuestro planeta se mueve velozmente”, así empieza el libro Un Universo en expansión, de Luis F. Rodríguez, primer ejemplar de la colección La Ciencia para Todos, del Fondo de Cultura Económica (FCE), que este año celebra el 30 aniversario de su creación.
La Ciencia para Todos nació primero con el nombre La Ciencia desde México, en 1984 con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) con el fin de divulgar el conocimiento científico en español a partir de libros breves, con un carácter introductorio y con un lenguaje claro, accesible y ameno.
El divulgador científico Ruy Pérez Tamayo, uno de los iniciadores de la colección, relató en la FIL de Guadalajara su experiencia al iniciar el proyecto: “Carmen Farías me llamó para plantearme lo que querían hacer y pedirme mi opinión, me dijo que iba a invitar a una serie de científicos mexicanos para que escribieran libros accesibles a la población, a lo que respondí que esa iniciativa estaba condenada al fracaso, que abandonara esa idea tan absolutamente peregrina por dos razones: que los científicos mexicanos no estaban interesados en escribir y mucho menos en divulgar la ciencia. En segundo lugar, que no había un público en México que comprara esos libros, que hablaban de cosas muy difíciles de entender y tan complicadas. Afortunadamente yo me equivoqué”.
Actualmente, la colección cuenta con 241 títulos publicados, pero ya se tienen planeados nueve títulos para llegar a los 250 libros el próximo año.
“Al principio, la tarea era convencer a los investigadores de que escribieran un libro de divulgación. Era ir a buscar al investigador, ofrecerle que publicara, ayudarlo, guiarlo y orientarlo. Ahora la colección es tan exitosa entre los autores que más bien son ellos los que vienen a buscarnos a nosotros, explicó en entrevista Heriberto Sánchez, editor de Ciencia, tecnología y salud del FCE.
La colección, fundada por Alejandra Jáidar, María del Carmen Farías, Marco Antonio Pulido, Carlos Haces y Jaime García Terrés, cuenta con 11 áreas temáticas que son: astronomía, con 22 títulos publicados; biología, con 30; ciencias aplicadas, con 25; ciencias de la tierra, con 12; ciencias del mar, con 16; ecología, con 14; física, con 57; matemáticas, con nueve; química, con 11; salud, con 20, y misceláneas, con 23. Las áreas se dividen en colores para que los lectores las identifiquen mejor.
“Estas 11 áreas temáticas tiene que ver un poco con la labor y con la tradición de la divulgación científica de las propias áreas científicas. Física, astronomía y biología son las que más títulos tienen, matemáticas se queda un poco más abajo, incluso, ciencias de la salud, que uno podría pensar que tiene muchos títulos publicados, tampoco es tan frecuentada; yo creo que tiene que ver con la tradición que tienen los científicos de cada área para acercarse a la divulgación de la ciencia”, comentó Sánchez a EL UNIVERSAL.
Sin duda, el área temática con menos libros publicados es Matemáticas, con tan solo nueve títulos. “Como nos hemos dado cuenta de este número tan bajo estamos a punto de sacar otros tres libro de matemáticas para tener 12 títulos en total”.
Heriberto Sánchez no cree que en México exista una falta de interés hacia las matemáticas. Dijo que es importante reflexionar sobre “si no es un prejuicio creer que a nadie le interesa la ciencia. Quizá si ponemos la información al alcance de todos, la gente siempre va a acudir a ella”.
Para todos aquellos que deseen escribir o proponer un libro para esta colección, Sánchez recomienda seguir el ejemplo de grandes divulgadores, como Ruy Pérez Tamayo o José Sarukhán Kermez, además de “acercarse a nuestro libros y ver qué han hecho nuestros autores y a partir de ello ver la estrategia que más le convenga a su tema, porque también cada tema y la información que uno quiere presentar requiere cierto estilo, incluso no sólo para la colección La Ciencia para Todos, sino para proponerle un libro a cualquier editorial, es conocer a quién se lo vas a proponer y a partir de ello poder crear un trabajo propio”.
Los retos. El editor de la colección dijo que la tarea para el próximo año es trabajar en la actualización de muchos de los materiales para que no pierdan vigencia e impulsar las áreas que no tengan tantos títulos.
“Al mismo tiempo que no hay que descuidar la totalidad de las ares temáticas, hay que ponerle especial atención a las que tienen menos títulos para que los autores se animen a escribir libros de divulgación. Otra cuestión también es invitar a más autores de Latinoamérica, ya que su nombre es, precisamente, La Ciencia para Todos, una ciencia que se construye en toda Latinoamérica, no sólo desde México”, dijo Sánchez.
Los libros planeados para el próximo año son: Mitos y realidad entorno al rayo, Matemáticas para Iñaki, y De la genética a la epigenética, entre otros.
El aniversario de La Ciencia para Todos se alargará hasta octubre del próximo año con mesas temáticas, con actividades en la FIL del Palacio de Minería, y culminará con la publicación del libro 250 de la colección.
jpe