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Hace algunos días se celebró Halloween, tal motivo hizo que la gente se disfrazara de zombis, brujas, vampiros, seguro viste alguno que otro Donald Trump, pero sin duda, los payasos son personajes que no puede faltar. Muchas son las personas que le temen a estos personajes. Además, si tomamos en cuenta la cantidad de noticias en donde los protagonistas son "payasos asesinos", podemos entender un poco este miedo, pero originalmente ¿Qué hace tan temibles a los payasos?
La doctora Stephanie Lay, investigadora de psicología en The Open University escribió en The Conversation los verdaderos motivos que vuelven a los payasos tan aterradores.
En su texto, la especialista asegura que existe muy poca investigación sobre la "coulrofobia" (miedo a los payasos), a pesar de que en el mundo existe mucha gente con este problema.
Un reciente estudio sobre la naturaleza del miedo encontró que el payaso era la figura más espeluznante para las personas. Los investigadores sugirieron que esto podría deberse a que las intenciones de los payasos hacia nosotros son ambiguas, y su comportamiento podría ser desde una amenaza hasta algo simplemente cómico. "Sin embargo, en el contexto de las recientes travesuras hay poco espacio para la ambigüedad ya que sus intenciones no son claramente lúdicas", explicó la doctora.
Lay realizó una investigación basándose en la teoría de “Uncanny Valley”, campo de la robótica que afirma que cuando las réplicas antropomórficas se acercan en exceso a la apariencia y comportamiento del ser humano real causan una respuesta de rechazo entre los observadores humanos.
A partir de este concepto midió cómo las personas respondieron a las imágenes de estos agentes, casi reales, para ver qué tipos de apariencias o expresiones emocionales eran propensos a provocar la mayor sensación de malestar.
La especialista se centró en la cara del típico payaso clásico, donde se usa el maquillaje para exagerar las características faciales, ya sea para mostrar una radiante sonrisa o un ceño rechazado. "Esta exageración significa que el payaso es incapaz de mostrar siempre una expresión natural, y es este aspecto de la apariencia el que creo es la clave para entender por qué los encontramos inquietantes".
En su investigación, Lay se percató de que existen tres combinaciones faciales que provocan inquietud en las personas y curiosamente, estas son las que normalmente reflejan los payasos. En el ejercicio, la doctora mostró dos imágenes donde la boca estaba sonriente, pero los ojos mostraban emociones diferentes, un tanto parecidas a la ira o el miedo. En una tercera imagen, la boca estaba triste, pero los ojos felices. Los tres rostros mostraban el sentido de la contradicción.
Sus resultados, los analizó con investigaciones anteriores en expresiones faciales, sobre todo con el trabajo de Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial. Su trabajo sugiere que diferentes tipos de expresiones en un rostro nos cuentan historias contradictorias, lo que nos dice que la persona tenía algo que ocultar, y por lo tanto no se puede confiar en ella.
"Las imágenes que utilicé fueron creadas juntando fotografías de personas que posaban fuertes expresiones emocionales, por lo que las caras mostraban expresiones bastante extremas y las combinaciones resultaban, sin duda, más de lo que nadie podía hacer deliberadamente. Sin embargo, si se añade una gruesa capa de maquillaje para pintar una sonrisa exagerada y un par de ojos con una expresión amenazante y una clara intención de causar miedo, no es de extrañar que la idea misma de un payaso sea aterradora.
jpe