Seguro conoces o has escuchado de personas que han vivido algún tipo de "experiencia religiosa". En la mayoría de los casos describen la experiencia con sentimientos como la alegría, paz y felicidad. Ahora, una nueva investigación encontró que durante estas experiencias, ciertos centros de recompensa del cerebro se activan.

A través de un comunicado, la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah explicó que las experiencias religiosas y espirituales activan los circuitos de recompensa del cerebro, de la misma manera como lo hace el amor, el sexo, los juegos, las drogas y la música. La investigación completa puede ser consultada en la revista  Social Neuroscience.

"Estamos empezando a entender cómo es que el cerebro participa en experiencias que los creyentes interpretan como espirituales, divinas o trascendentales", comentó uno de los autores del estudio, el doctor Jeff Anderson.

Además explicó que el avance tecnológico de los últimos años, ha permitido obtener imágenes cerebrales más claras que permiten responder muchas dudas.

En concreto, los investigadores se propusieron determinar qué redes del cerebro están involucradas en la representación de los sentimientos espirituales. Para ello, escogieron como grupo de estudio a los mormones. "La identificación de este sentimiento de paz y cercanía de Dios con uno mismo es una parte sumamente importante de la vida de los mormones", aseguraron los investigadores.

Para el análisis se escogieron a 12 jóvenes, siete mujeres y 12 hombres, para realizarles resonancias magnéticas y averiguar su respuesta ante cuatro tareas diferentes que evocaban sentimientos espirituales. El experimento contó con un examen que duró una hora; seis minutos de descanso, seis minutos de control audiovisual (un video que detallaba las estadísticas de miembros de su iglesia), ocho minutos de citas de líderes religiosos del mundo, ocho minutos de lectura de pasajes familiares del Libro del Mormón, 12 minutos de estímulos audiovisuales (vídeo producido por la iglesia de con escenas familiares y bíblicas, y otros contenidos religiosos); y otros ocho minutos de citas bíblicas.

En las evaluaciones, los investigadores recogieron los sentimientos de los participantes, la mayoría de ellos informaron que experimentaron sentimientos de paz y sensaciones físicas de calor.

"Durante nuestro estudio los participantes fueron instruidos para pensar en un salvador, en estar con sus familias por la eternidad, sobre sus recompensas celestiales y vimos como sus cerebros y cuerpos respondieron físicamente", explicó otro de los autores del estudio, Michael Ferguson.

Sobre la base de las exploraciones de resonancia magnética funcional, los investigadores encontraron que los poderosos sentimientos espirituales se asociaron de forma reproducible con la activación en el núcleo accumbens, una región del cerebro importante para la recompensa de ciertos procesamientos.

Además, los investigadores descubrieron que los sentimientos espirituales se asociaron con la corteza prefrontal, que es una región del cerebro compleja que se activa mediante tareas que implican la valoración, el juicio y el razonamiento moral, sentimientos espirituales que también activan regiones del cerebro asociadas con la atención enfocada.

"La experiencia religiosa es quizás la parte más influyente de cómo las personas toman decisiones que nos afectan a todos, para bien y para mal. La comprensión de lo que ocurre en el cerebro para contribuir a esas decisiones es muy importante", dice Anderson.

El estudio es la primera iniciativa del Religious Brain Project, puesto en marcha por un grupo de investigadores de la Universidad de Utah en 2014, cuyo objetivo es entender cómo funciona el cerebro en personas con creencias religiosas y espirituales profundas.

jpe

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