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El teatro puede ser un instrumento muy efectivo para la divulgación de la ciencia. Esa es la visión de La Gaviota Teatro, grupo que desde 2012 ha incursionado en la producción de obras, con el auspicio del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq), para llevar el conocimiento científico a niños de todos los municipios del estado.
Este grupo teatral está encabezado por el director Jorge Fernando Smythe Hernández; el libretista y diseñador de escenografía, Raúl Eduardo Ángeles Flores; así como el titiritero y actor Humberto Ferrusquía Nieves.
Al respecto, Raúl Eduardo Ángeles Flores detalló que este trabajo se remonta a cuatro años atrás, cuando el Concyteq invitó al grupo a desarrollar obras teatrales con temáticas de divulgación científica dirigidas a niños de educación básica y media superior del estado de Querétaro.
“Hemos hecho un trabajo colaborativo con la jefa del área de Difusión del Concyteq, Alicia Arriaga Ramírez, y poco a poco se han ido generando historias; la primera que hicimos se llamó Eureka, en la que hablábamos del peso y la masa; después produjimos Todos somos Leonardo, donde se buscaba incentivar en los niños la invención a partir de observar la naturaleza”, aseguró.
Ángeles Flores destacó que en el 2015, que fue proclamado el Año Internacional de la Luz por la Asamblea General de las Naciones Unidas, produjeron la obra ¿Hacia dónde se fue la luz?, cuya historia se basaba en un viaje en el tiempo de personajes que han sido parte importante en este conocimiento, como Thomas Alva Edison o Albert Einstein.
“En este 2016, de acuerdo con los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la línea fue el cambio climático. A partir de eso nos sentamos a pensar qué historia podría ser la más adecuada para presentar este tema a los niños pero que fuera a partir de su propio entorno; fue así como surgió la idea de hacer Centinelas del cambio climático”, comentó.
Raúl Eduardo Ángeles Flores explicó que para la escritura del libreto se investigaron especies animales endémicas del estado de Querétaro con las que los niños se pudieran sentir identificados, ya sea por el lugar donde habitan o porque se las han presentado en sus libros de texto.
“Hay municipios donde los niños sí tienen contacto con estas especies, como la ardilla voladora (Pteromyini), el sapo dorado (Incilius periglenes), la guacamaya (Ara), las salamandras (Caudata), entre otras. La idea era que con estos personajes pudiéramos dejarles un mensaje muy claro respecto al cuidado del ambiente y que ellos fueran factor ante el cambio climático”, explicó.
El libretista y diseñador de escenografía abundó que la obra Centinelas del cambio climático comienza con el planeta Tierra enfermo, que al ser revisado por un médico le explica que hay algo dentro de él que le está afectando la salud por razones desconocidas.
“El médico recomienda al planeta que llame a Chencho, un famoso detective que les va a ayudar a resolver el misterio. Ahí comienza una travesía a partir de la interacción con títeres de las especies, para descubrir qué es lo que está provocando el cambio climático y cómo está enfermando al mundo. Buscamos hacer clic con los niños, para que se conciencien que son los seres humanos los que están acabando con el planeta pero también que podemos ser factor de cambio para encontrar soluciones”, detalló.
El libretista de La Gaviota Teatro puntualizó que para la escritura de las historias, el grupo teatral es asesorado por las universidades y centros de investigación auspiciados por el Concyteq.
“Trabajar teatro científico para niños ha sido una gran experiencia, pues representa retos importantes, desde cómo hablar a los niños sobre ciencia, que en ocasiones maneja temas complicados de comprender, y cómo redactar los libretos, siempre basados en conceptos científicos bien respaldados”, indicó.
Las obras de teatro científico producidas por el grupo La Gaviota Teatro y el Concyteq son presentadas en instituciones de educación básica y media superior de los 18 municipios del estado de Querétaro.
jpe
