El mapa de la cubierta terrestre de esta imagen nos muestra los bosques de Chiapas. Se ha elaborado a partir de datos ópticos de Sentinel-2 del día 14 de abril de 2016 y nos descubre el tipo de productos que pueden obtenerse gracias a la nueva Plataforma de Explotación Temática Forestal (F-TEP) facilitada por la ESA. Estos productos pueden ayudar en iniciativas como el plan de Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD+) de la ONU, un acuerdo global según el cual los países en desarrollo deberían recibir compensaciones económicas por reducir sus niveles de deforestación y degradación, al reconocer el papel de los bosques como sumideros de carbono.

“F-TEP es una nueva plataforma online a modo de ‘ventanilla única’ que facilita el uso de datos satelitales para el sector forestal”, explica Tuomas Häme, del Centro de Investigación Técnica de Finlandia (VTT), encargado de gestionar el desarrollo de esta plataforma para la ESA.

“Con ella, los usuarios pueden crear mapas y explorar sus bosques desde la comodidad de un navegador web que permite acceder y procesar rápidamente todos los datos disponibles, así como compartir los resultados”.

Como parte de un proyecto piloto, la plataforma se está utilizando para cartografiar los extensos bosques de Chiapas y evaluar sus reservas de carbono, en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural del Gobierno del estado de Chiapas y diversas organizaciones no gubernamentales del país. Chiapas, el segundo estado con más bosques de México, alberga la Selva Lacandona, uno de los últimos grandes bosques húmedos tropicales del hemisferio norte. Con más de 600 mil hectáreas, es el hogar de alrededor del 60% de las especies de árboles tropicales del país, unas 3 mil 500 especies de plantas y más de mil 600 especies de animales.

Los mapas se crean automáticamente a partir de imágenes completas capturadas por Sentinel-2, de 10 m de resolución.

Estas imágenes se procesan con un software que, mediante un ‘árbol de decisión’, identifica los árboles. Los resultados se cotejan con ayuda de imágenes por satélite de 1 m de resolución y de comprobaciones sobre el terreno.

Conseguir un método normalizado a partir de imágenes espaciales para evaluar las reservas forestales de carbono podría ser clave para implementar el plan REDD+.

Mientras que antes se tardaba unos tres años en producir mapas forestales comparables, el uso de la plataforma y la frecuente cobertura de Sentinel-2 permiten actualizar los nuevos mapas en cuestión de semanas.

jpe

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses