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Un estudio genético podría revelar quiénes fueron los primeros pobladores de la Tierra después de que un asteroide, hace 66 millones de años, causara la extinción de un grupo grande de especies, alrededor del 75%, incluyendo a los dinosaurios.
Esto se lograría gracias a la Expedición 364, conformada por 32 científicos de 17 países que se encuentran estudiando los efectos posteriores al impacto del asteroide que cayó en Chicxulub, Yucatán.
Los doctores Jaime Urrutia Fucugauchi, y Ligia Pérez Cruz, investigadores de la UNAM y miembros del equipo de investigación, explicaron que hicieron una perforación en el cráter para obtener material acumulando después del impacto.
La perforación, con un costo de 10 millones de dólares, permitió conseguir evidencia del bólido de hace 66 millones de años; se conjuntaron 120 metros de sedimentos de piedra caliza, así como unos 120 metros de rocas fracturadas.
Entre los datos obtenidos destacan que el cráter Chicxulub tiene una superficie de 200 kilómetros, 25 kilómetros de profundidad y se estima que se formó en entre 10 y 15 segundos, que es de tipo multianillado, como los más grandes que existen en el Sistema Solar, lo que abre una ventana al estudio de la evolución de nuestro sistema planetario.
"El efecto que tiene el impacto es importante para la evolución de la vida. Este cráter nos abre una ventana a la evolución de la vida y al estudio del sistema solar, la mayor parte de las superficies planetarias están marcada por crateres de impacto, como por jemeplo la luna, y estos moldean la evolución de las superficies planetarias", explicó el doctor Urrutia Fucugauchi.
Los especialistas lograron observar en su parte central una cadena de montañas, prueba de que existió un sistema hidrotermal como consecuencia del impacto, rocas fracturadas y fundidas, así como fluidos que corrían sobre éstas.
Los investigadores observaron rocas fundidas por las altas temperaturas de varios miles de grados centígrados, similares a los de la corona solar, ya que el asteroide se aproximó a la Tierra con una velocidad de 30 kilómetros por segundo y liberó energía muy alta.