Incluso más que un elefante, en proporción a su cuerpo, este murciélago es el mamífero con las orejas más grandes. Hace más de 25 años no se le ve, y su hogar, el Parque Nacional Natural Chiribiquete, es la selva más conservada y misteriosa que tiene Colombia.

Estas son algunas características de la nueva especie de murciélago mankomara del género Lonchorhina, cuya descripción para la ciencia fue registrada esta semana en las páginas de la revista científica Biodiversidad Neotropical.

Este murciélago, descubierto hace más de 20 años en Puerto Abeja, en Caquetá, en el sur de Chiribiquetesolo pudo identificarse como una especie nueva tras varios análisis en cuatro colecciones científicas en Estados Unidos y otros países.

Según el análisis, este animal, que cabe en la palma de una mano y no supera los 12 centímetros, tendría unas orejas de hasta 6 centímetros.

Los autores de este hallazgo son el investigador Hugo Mantilla-Meluk, de la Universidad del Quindío, que lideró el componente de mamíferos en las dos expediciones más recientes a Chiribiquete, y Olga Montenegro, de la Universidad Nacional, quien trabajó en la parte sur del parque en los noventa.

“Los murciélagos son los vertebrados que mejor escuchan, y se relacionan con su entorno por medio de ultrasonidos. Esta nueva especie de murciélago posee tanto los pabellones de las orejas, como la estructura de emisión y direccionamiento del ultrasonido más grandes conocidas a la fecha en los mamíferos”, explica el investigador Mantilla, reconocido en el país por ser uno de los expertos que más conocen a estos animales.

Semejante estructura corporal implica modificaciones muy especiales de su anatomía interna, en la morfología del cráneo y músculos que las sustentan. Además, como narra el investigador, “se sospecha que la nueva especie corresponde a un cazador especializado de polillas de gran tamaño, que detecta con su hiperdesarrollado sentido de ecolocalización”.

“Sus análisis evidencian que una proporción importante de la diversidad de murciélagos del Chiribiquete corresponde a especies raras, pobremente representadas en colecciones científicas”, explica el investigador Carlos Castaño Uribe, director Fundación Herencia Ambiental y líder de Expediciones en Chiribiquete, en la introducción del artículo científico.

En jeroglíficos

Precisamente, el hallazgo de esta nueva especie también se relaciona con los enigmáticos jeroglíficos que están en esta zona. Los investigadores documentan que los pobladores originales del área de Chiribiquete dejaron plasmadas en las paredes de piedra imágenes que se describen como la “gente murciélago”.

De hecho, por esa razón se le dio el nombre de mankomara a este animal, término que se compone de la palabra madre (ma-n´-kó) en lengua karijona, y el nombre Mara, madre del investigador Mantilla.

“El pueblo karijona, está casi extinto en la actualidad (350 personas), y muchos de sus sobrevivientes perdieron su lengua original. Fueron diezmados por el holocausto asociado a la explotación del caucho en pro del llamado desarrollo, al inicio del siglo XX”, concluye el investigador.

jpe

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