El francés Jean-Pierre Sauvage, uno de los tres premiados hoy con el Nobel de Química por el desarrollo de las máquinas moleculares, se mostró contento por esta distinción que no se esperaba, y que es el reconocimiento de más de una treintena de años de trabajo en ese campo.
En una entrevista a la emisora France Info, Sauvage recordó que las primeras publicaciones sobre ese área de investigación los publicó a mediados de los años ochenta del siglo XX, y dijo que la concesión del Nobel, junto al británico James Fraser Stoddart y al holandés Bernard Feringa, "es el reconocimiento de un campo fundamental".
Explicó que todavía no había digerido la información del premio, de la que se enteró por una llamada desde Estocolmo de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. "No lo esperaba para nada", aseguró el científico, para quien ha sido "una gran sorpresa".
Una noticia "muy agradable" por lo que supone de "reconocimiento de los trabajos hechos durante decenas de años", dijo el galardonado, antes de confesar que tenía una botella de champán enfriándose para celebrarlo.
Sauvage, profesor emérito de la Universidad de Estrasburgo, en el este de Francia, donde ha hecho el grueso de su carrera, insistió en que "no hay nada comparable en términos de prestigio" al Nobel.
Pero se mostró convencido de que no va a cambiar por eso: "mi vida profesional está ya amortizada. Voy a cumplir 72 años en unas semanas".
El presidente francés, François Hollande, envió su "felicitación calurosa" al científico y, en un comunicado emitido por el Elíseo, hizo hincapié en que "la atribución de este premio Nobel es una marca de reconocimiento de la excelencia de la investigación francesa y europea".
Sauvage nació en París el 21 de octubre de 1944, hizo su tesis en la Universidad de Estrasburgo y también realizó estudios postdoctorales en Oxford (Reino Unido).
De vuelta a Francia, desarrolló su carrera en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) desde 1971 hasta su jubilación en 2014, esencialmente en el Instituto de Ciencias y de Ingeniería Supramolecular de la Universidad de Estrasburgo.
Con su equipo, concibió y sintetizó sistemas moleculares que reproducen a escala nanométrica movimientos de traslación, de rotación y de contracción como los de una fibra muscular o de otros procesos biológicos importantes, señaló el CNRS en un comunicado.
jpe