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El Banco de Germoplasma del Parque Científico y Tecnológico de Yucatán posee una riqueza vegetal al contar con plantas poco conocidas en el mundo. El doctor Alfonso Larqué Saavedra, señaló que el banco de semillas fue estimulado por alrededor de 30 investigadores interesados en conservar la biodiversidad en recintos especializados en donde se difunda lo que México tiene.
“Esta actividad de conservación de la biodiversidad y para integrar al sector social a que nos ayude a conservar el genoplasma, es parte de la tarea que está haciendo este banco”, señaló Larqué, durante la presentación del proyecto Museo vivo: las plantas de los libros sagrados mayas, que se llevó a cabo dentro del II Congreso de Comunicación Pública de Ciencia, Tecnología e Innovación que se lleva a cabo en la ciudad de Campeche.
Para la creación del Banco de Germoplasma se llevaron a cabo 43 expediciones en más de 300 sitios de la Península de Yucatán, las cuales fueron clasificadas y digitalizadas. Además, se tienen subsedes del banco ubicadas en comunidades de la península.
Frutos nativos, maíz criollo, colectas de frijol, calabaza y chile, son algunas de las 48 especies pertenecientes a 20 familias botánicas comestibles con las que se cuentan; también parte de la herbolaria mexicana (128 especies pertenecientes a 48 familias botánicas); especies forrajeras (78 especies pertenecientes a 24 familias botánicas); y maderas preciosas y para la construcción (90 especies pertenecientes a 25 familias botánicas).
El banco tiene clasificadas las especies en riesgo de extinción. “Este proceso de educación nos impulsaba a trabajar en la comunicación de la ciencia (...) En lugar de conocer plantas de otros países, hay que conocer también la belleza de las que tenemos y se siembren en los lugares correctos las especies locales que realmente favorezcan a la zona”, señaló el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores.
El Popol Vuh y Chilam Balam son libros mayas que revelan la compleja cosmogonía maya, lo cuales forman parte del proyecto Jardín basado en las escrituras de los libros del Banco de Germoplasma que será inaugurado a finales de este año.
La colección de plantas del Popol Vuh abarcarán una extensión de mil 200 metros cuadrados divididos en cuatro secciones: nacimiento del sol, la creación del mundo, el verano del pueblo de la luz y la lucha entre el bien y el mal. Y la del Chilam Balam tendrá una extensión de 3 mil metros cuadrado con algunas de las 187 especies que aparecen en los libros, en su mayoría, plantas medicinales.
“La riqueza de las colecciones vivas, biológicas que tienen los centros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es extraordinariamente importante y no solamente la Universidad Nacional Autónoma de México tenía esta riqueza, sino que ya nos dimos cuenta dónde está la biodiversidad; no está solo en el centro del país, está en todos lados, de tal forma que trabajar con el conocimiento, poner las cosas donde deben estar es parte de este trabajo”, destacó el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
jpe