Un artículo publicado en el sitio web de la revista Nature sobre las elecciones en Estados Unidos y sus candidatos lleva como título Trump vs Clinton: mundos aparte en ciencia. Si bien el tema no ha sido abordado de manera constante en las campañas presidenciales, tampoco ha estado del todo ausente y el título de Nature resume de manera sencilla lo que representan los candidatos: Dos rumbos muy distintos.
Existen entre los dos principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos, diferencias muy claras en materia de cambio climático, salud, y política científica, entre otras.
Esto ha generado inquietud de la comunidad científica en todo el mundo sobre la llegada de uno u otro candidato a la presidencia, y sus efectos sobre el intercambio académico con Estados Unidos. Entre algunos miembros de la comunidad científica de México hay preocupación por lo que ocurra en esos comicios, la cual es reflejada en las palabras de algunos destacados investigadores consultados por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Para Alejandro Frank, coordinador del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional, “existe una preocupación real en la comunidad científica del país (…) Además de las consecuencias económicas, sociales y humanas que representaría la elección de Donald Trump, tendríamos que afrontar su ignorancia absoluta sobre la ciencia. Ha declarado repetidamente que no cree en el cambio climático, como si fuera una cuestión de creer o no, cuando hay evidencias claras. Ha dicho además que las vacunas pueden causar daños, etcétera. Su visión del mundo es simple y terriblemente racista”.
El investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional añade que esta cerrazón es todo lo opuesto a la ciencia, que demanda apertura, escepticismo y búsqueda de la verdad. “Si gana Trump sería una tragedia, aunque por fortuna parece que se ‘dispara solo en el pie’ con sus declaraciones diarias, de una ignorancia y estupidez absolutas. Si gana las elecciones nos perjudicará también, así como a toda la ciencia global, porque Estados Unidos es uno de los faros en la creación del conocimiento en el mundo”.
Por su parte, José Mauricio López Romero, director del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) Unidad Querétaro, exdirector del Centro Nacional de Metrología y Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2014, señala que este es un tema de interés para la comunidad académica nacional por la cercanía y la histórica relación que han tenido ambos países a lo largo del tiempo, porque la ciencia requiere de una estrecha colaboración, la cual podría ser afectada por las decisiones y prejuicios del republicano.
“Hay expresiones que nos dejan preocupados a toda la comunidad internacional, particularmente a la mexicana, porque la ciencia demanda colaboración entre instituciones y países. Me preocupa que Donald Trump logre ser presidente de Estados Unidos dado que ha mostrado una profunda ignorancia en muchos temas importantes para la vida de un país. Si gana, la relación entre ambos países podría deteriorarse y la ciencia e intercambio académico también. Sería un enorme perjuicio para su país, en primer lugar, para el nuestro en segundo, así como para el resto del mundo”.
Antonio Lazcano, experto en los estudios sobre el origen de la vida y evolución, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de El Colegio Nacional, plantea que las ideas y declaraciones de Trump se desarrollan dentro de la tendencia antintelectual y anticientífica de un sector fuerte del Partido Republicano de los Estados Unidos, manifestada en visiones creacionistas antievolutivas y de oposición al cambio climático, solo que en palabras de Trump éstas se exacerban.
“Hay preocupación en todas las áreas y para el mundo académico la llegada de Trump como presidente sería un desastre absoluto”. El fundador del Laboratorio de
Por su parte, José Mauricio López Romero, director del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) Unidad Querétaro, exdirector del Centro Nacional de Metrología y Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2014, señala que este es un tema de interés para la comunidad académica nacional por la cercanía y la histórica relación que han tenido ambos países a lo largo del tiempo, porque la ciencia requiere de una estrecha colaboración, la cual podría ser afectada por las decisiones y prejuicios del republicano.
“Hay expresiones que nos dejan preocupados a toda la comunidad internacional, particularmente a la mexicana, porque la ciencia demanda colaboración entre instituciones y países. Me preocupa que Donald Trump logre ser presidente de Estados Unidos dado que ha mostrado una profunda ignorancia en muchos temas importantes para la vida de un país. Si gana, la relación entre ambos países podría deteriorarse y la ciencia e intercambio académico también. Sería un enorme perjuicio para su país, en primer lugar, para el nuestro en segundo, así como para el resto del mundo”.
Antonio Lazcano, experto en los estudios sobre el origen de la vida y evolución, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de El Colegio Nacional, plantea que las ideas y declaraciones de Trump se desarrollan dentro de la tendencia antintelectual y anticientífica de un sector fuerte del Partido Republicano de los Estados Unidos, manifestada en visiones creacionistas antievolutivas y de oposición al cambio climático, solo que en palabras de Trump éstas se exacerban.
“Hay preocupación en todas las áreas y para el mundo académico la llegada de Trump como presidente sería un desastre absoluto”. El fundador del Laboratorio de Origen de la Vida de la Facultad de Ciencias de la UNAM, agrega que cuando los organismos gubernamentales de ciencia o las universidades estadunidenses otorgan dinero a proyectos conjuntos, incluyendo México, no lo hacen por generosidad ni de forma paternalista, sino porque “la ciencia solo prospera si se tiene a las mejores personas aprendiendo y enseñando, y en México tenemos muchos casos de quienes pueden enseñar y aprender al lado de ellos”.
Por otra parte, Lazcano subraya que si Clinton llega a la presidencia el panorama sería diametralmente distinto, pues los presupuestos federales como los de la National Science Foundation (NSF), o la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) —donde también colabora el biólogo mexicano— podrían mantenerse e incluso incrementarse. “Por ello, la comunidad científica estadunidense ve con mucho temor que Trump gane, no solo por esa atmósfera gris, fascista, represiva y antintelectual que se deja ver en sus discursos, sino porque además es obvio que no tiene como prioridad en su plan de gobierno —si es que tiene uno— apoyar la cultura y la ciencia”.
jpe