El desinterés, la hostilidad y hasta el miedo con que los estudiantes se enfrentan a las matemáticas podrían ser culpa de sus propios padres.
Una actitud negativa del círculo cercano al alumno con respecto a tal materia incluso afecta su rendimiento al enfrentarse a esta disciplina.
En cambio, si en la familia más bien perciben las matemáticas como un juego o una materia como cualquier otra, los jóvenes, sin duda, tendrán una mejor actitud y no se les dificultará tanto su estudio.
Así concluye un estudio de la carrera de Enseñanza de la Matemática Asistida por Computadora del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
El reporte mostró que solo el 33.9% de los colegiales tiene una alta o muy alta motivación ante las matemáticas. En ese pequeño grupo, poco más de la mitad indicó que sus mamás los motivaba a estudiar dicha materia y que nunca les inculcaron miedo.
Asimismo, el 74.1% de quienes tenían un alta percepción positiva sobre esa disciplina explicaron que sus papás los motivaban a estudiar números y a no percibirlos como algo aburrido.
"Un ambiente positivo en torno a las matemáticas permite desarrollar un proceso de aprendizaje adecuado. Institución, docentes, padres y madres deben trabajar para fomentar actitudes positivas", aseguró la investigación.
jpe