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Los manglares y su hábitat, indispensables para la vida de animales tan únicos y exóticos como el manatí o el flamenco, se reflejan en un reciente documental de National Geographic que relaciona además estos peculiares ecosistemas con el mundo maya de la península mexicana de Yucatán.
Manglares del Mundo Maya, la primera producción hecha por el canal Nat Geo Wild con el equipo de América Latina, refleja este inhóspito mundo desde los manglares del sureste de México, en una producción de excelente calidad y fotografía.
"Es un mundo básicamente desconocido. Y las imágenes nos asombran y nos llevan a profundizar en este territorio que debemos cuidar y de una forma muy natural, haciéndonos partícipes y volviéndonos cercanos" al sitio, dijo la cantante y actriz mexicana Sasha Sökol, narradora del documental que será emitido el 4 de septiembre.
Con su voz como guía, esta pieza viaja por "el magnífico mundo" de los manglares, aseguró la artista, y repasa la historia de ese ecosistema que hace años era considerado un foco de enfermedades y hoy se reivindica como una fuente de vida.
A lo largo del documental, de aproximadamente una hora de duración, también hay pinceladas de la importancia del manglar y los animales que lo habitan para el mundo maya.
Los manglares eran muy respetados por esta civilización antigua por proporcionarles fuentes de alimento como el manatí, el mamífero marino que a su vez consideraban un símbolo de maternidad.
No descuida la crítica a la tala de manglar que impacta en gran parte de la costa mexicana, pero se centra en la belleza de este mundo enraizado y acuático, y su fin es llevar un mensaje claro al espectador.
"Tenemos mucha riqueza y a veces esta riqueza, que no conocemos, (...) si nos acercamos a descubrirla es fácil quererla y si la queremos la vamos a cuidar. A través de proyectos como este podemos ayudar a concienciar" a la gente, explicó Sökol.
Los manglares ocupan actualmente 775 mil hectáreas, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
De acuerdo con el documental, que se emitirá simultáneamente junto al canal Nat Geo, en las últimas dos décadas ha habido una significativa destrucción de este rico ecosistema, aunque en años recientes se está empezando a tener en cuenta su protección.
Aun con ello, "este no era un programa de denuncia", explicó su productor, Alejandro Palma, sino que se buscaba "ser muy claro e informar a la gente".
"Hay un gran desconocimiento, la gente conoce la selva o el desierto, son términos mucho más cercanos, pero el manglar es mucho más difícil de explicar y para nosotros fue una gran sorpresa", agregó.
Este proyecto, en el que también participó un grupo español que se encargó de la parte académica de la información que se ofrece, involucró a un amplio equipo durante unos cinco meses.
Seis semanas de este periodo en el terreno y sorteando grandes dificultades: "Fue muy difícil, y nada de lo que podamos comentar plasmará la realidad. Los mosquitos no los conoces hasta que no vas y los ves en un manglar", bromeó el productor.
A pesar de ello, la pasión que se puso en esta obra queda plasmada en sus fotogramas, preciosistas y con una cuidada iluminación y encuadre.
De esta manera, primeros planos de los animales y plantas que pueblan el manglar y sus alrededores, como los arrecifes o los cenotes, se conjugan con imágenes aéreas de gran belleza y para la que emplearon a la documentalista y experta en drones Ágata Lanz.
jpe