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Como parte del crecimiento del vivario de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN), la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) inauguró el aracnario, un espacio que promoverá el trabajo de docencia, investigación y divulgación científica respecto a los arácnidos, otros artrópodos y su papel en los ecosistemas.
Este aracnario, que alberga especies diferentes de arácnidos y artrópodos como escorpiones, vinagrillos, ciempiés y tendarapos, de México, la India y África, forma parte del vivario de la UAQ, conformado por un herpetario y un cocodrilario registrados desde el año 2000 ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En ese sentido, el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ, Juan Joel Mosqueda Gualito, señaló que el objetivo de este nuevo escenario es contribuir al conocimiento de estas especies en las áreas de la investigación científica, ecología, veterinaria y la salud, que no han sido abordadas hasta el momento.
“Los arácnidos y demás artrópodos generan sustancias que no han sido estudiadas del todo, sobre todo para protegerse contra agentes patógenos. Por ejemplo, la telaraña y el veneno de las tarántulas no se invade de bacterias u hongos porque contiene péptidos antimicrobianos que las protegen, de ahí que ni la tela ni la comida se les descomponen.
Esos péptidos de muchas de las especies de tarántulas no están caracterizados y pueden ser la base de futuros tratamientos contra bacterias o antibióticos, que incluso podrían patentarse”, indicó.
Otro de los objetivos, de acuerdo con Mosqueda Gualito, es impulsar la investigación de las áreas biológicas y veterinaria, en especial, en lo referente al entrenamiento de especialistas que puedan llevar a cabo procedimientos como son la anestesia y cirugía de estas especies.
“Las tarántulas ahora pueden anestesiarse o someterlas a algunas cirugías básicas, como la remoción de tumores, la curación de heridas cuando se les fractura una pata que pudiera generar la salida de hemolinfa, que es como la sangre de las tarántulas. También existen enfermedades y patógenos que afectan a las tarántulas pero de los que no hay mucha información al respecto, de ahí la importancia de capacitar a nuestros estudiantes, porque la estructura biológica de estas especies es muy diferente a la de los mamíferos”, destacó.
En ese sentido, el investigador y técnico del aracnario, Luis Cuéllar Balleza, destacó que otro de los objetivos del aracnario de la UAQ es congregar la investigación científica en lo que respecta al estudio del veneno de estas especies.
“Ya contamos con un par de estudios en la Facultad de Química de la UAQ que están trabajando con venenos de tarántulas, queremos involucrarnos con esos investigadores y ver en qué podemos apoyarlos, particularmente con la extracción del veneno. También se comenzó un estudio sobre biodiversidad, junto con el biólogo investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Mendoza, para producir un artículo sobre una especie nueva de tarántula registrada aquí en Querétaro. Hay varias especies de tarántulas y arañas que tienen veneno, el detalle es que no todos los venenos son tan potentes o de importancia médica para el humano”, sostuvo.
jpe