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Además de fiebre y dolores musculares y de cabeza, la infección por el virus del Zika puede tener consecuencias serias como el síndrome de Guillain-Barré o microcefalia en bebés, aseguró en la UNAM el director científico del Instituto Pasteur de Dakar, Senegal, Amadou Sall, quien a lo largo de 15 años se ha dedicado a estudiar este padecimiento.
Un informe de la Secretaría de Salud del 9 de mayo de este año arrojó que Chiapas es el estado más afectado con 132 casos; seguido por Oaxaca con 103; Guerrero con 14; Veracruz con cinco; Tabasco, Jalisco y Nuevo León con cuatro cada uno; Michoacán con tres, y Nayarit, Sinaloa y Yucatán con un registro por entidad.
Para el director científico del Instituto Pasteur de Dakar es complicado tener datos exactos sobre esta enfermedad ya que el 80% de los infectados no presenta síntomas, se detalló en un boletín emitido por el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, donde se realizó la conferencia.
El zika surgió en la selva y es ahí donde tiene su ciclo, por lo que se dice que es endémico de estos lugares. Por ejemplo, en África es transmitido de los zancudos a los monos, pero si infectan a un humano y éste regresa a su poblado, el padecimiento se vuelve urbano al esparcirse a otras personas a través de los mosquitos citadinos.
En América, el virus no se ha establecido en la selva como tal; cuando exista este ciclo, entonces será endémico, subrayó el especialista.
Existe evidencia de otras formas de contaminación como transfusiones de sangre, su propagación por vía sexual y de embarazadas a sus hijos.
Con el tiempo, Sall identificó dos estrategias para diagnosticar la enfermedad: la primera es directa, emplea métodos moleculares como PCR (a través de la sangre u orina) y se realiza al presentarse los síntomas. La segunda es indirecta y aprovecha que, tras la infección, el organismo produce anticuerpos para contrarrestar el mal, los cuales pueden ser detectables aun varios meses después.
La infección suele ser benigna y asemejarse a un catarro leve, aunque recientemente se ha asociado con el síndrome de Guillain-Barré, que provoca que el sistema inmunitario ataque los nervios periféricos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la mayoría de los casos —incluso en los más graves— los pacientes se recuperan fácilmente, pero hay un grupo minoritario afectado por una parálisis casi total. Además, del tres al cinco por ciento de los afectados muere por complicaciones como una inactivación de los músculos respiratorios, septicemias, trombosis pulmonares o paros cardiacos.
El otro riesgo es que las madres infectadas contagien a sus bebés durante el embarazo y les provoquen microcefalia, condición en la que el cerebro de los pequeños no se desarrolla lo necesario, o bien que ocurran diversos problemas neurológicos en el feto.
Por ello, Amadou Sall y cuatro integrantes del Instituto Pasteur impartieron talleres sobre el tema a 16 investigadores de ocho estados de la República.
La finalidad es que los científicos mexicanos aprendan a realizar las pruebas de diagnóstico tanto moleculares (RT-PCR) como serológicas (detección de anticuerpos), además de aislar el virus, hacerlo crecer en células en cultivo y cuantificar el producido para, posteriormente, aplicar y enseñar estos métodos a otros especialistas en sus lugares de origen.
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