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Un grupo de astrónomos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) hallaron 14 estrellas tipo Wolf-Rayet (WR), a 12 millones de años luz de la Tierra, en la galaxia Messier 81 (M81).
Los astrónomos descubrieron los cuerpos celestes con el uso de datos del Gran Telescopio Canarias (GTC) y del Telescopio Espacial Hubble, reportó el INAOE en un comunicado publicado por la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Las estrellas descubiertas tienen de 25 a 100 veces la masa del Sol, sin embargo, su tiempo de vida es corto antes de explotar como supernovas.
Los astrónomos destacaron que las estrellas durante su proceso de evolución eyectan al ambiente nitrógeno, carbono y oxígeno, elementos vitales para la vida en el planeta Tierra.
“Alrededor de todas ellas hay burbujas con tamaños de 300 a 450 años luz que pueden influir en la dinámica y evolución química de las galaxias en donde se forman, ya que enriquecen el medio interestelar añadiendo nuevos elementos químicos como carbono, nitrógeno y oxígeno”, indicó el estudiante de doctorado del INAOE, Mauricio Gómez González, quien dirige la investigación.
Las WR representan la última etapa de la evolución de las estrellas más masivas, las cuales tienen importantes pérdidas de masa y fuertes vientos. Además, su detección indica la presencia de formación estelar masiva en el pasado reciente en la galaxia.
“Son raras en el universo: hay una estrella de este tipo entre miles de estrellas como el Sol. Encontrarlas de manera individual en otras galaxias es difícil y, como viven poco, la probabilidad de detectarlas es muy baja”, mencionó el líder del proyecto.
Por su parte, Daniel Rosa González, quien también colaboró en la investigación, explicó que es la primera vez que se estudian dichas estrellas en la galaxia M81 y añadió que son los primeros en usar ese modo de observación.
Entre tanto, el doctor Divakara Mayya, otro de los participantes en el proyecto, indicó que desde 2010 se obtuvieron los datos espectroscópicos con el GTC de más de 200 cúmulos estelares para medir o determinar sus edades.
“Cuando analizamos los espectros, nos dimos cuenta fácil de que algunos de ellos correspondían a estrellas Wolf Rayet. Dada su rareza y su importancia para entender la evolución estelar, nos dedicamos a caracterizar sus propiedades dejando a un lado, por el momento, aquellos cúmulos donde no identificamos estas estrellas”, dijo Mayya.
“La mayoría de las 14 estrellas descubiertas se encuentran en la fase de eyección de nitrógeno, mientras que otras están en la fase de expulsión de vientos de carbono”, añadió.
A través de las investigaciones, los astrónomos determinaron que los vientos que se escapan de la estrella alcanzan velocidades mayores a los mil kilómetros por segundo, lo cual indica que los cúmulos tienen una edad de entre cuatro y cinco millones de años.
Las observaciones fueron hechas en el modo de servicio, por los técnicos del GTC, que siguieron las instrucciones precisas, de cómo y qué observar desde México.
“Para obtener estos datos tuvimos que preparar el proceso de solicitar tiempo, en un primer momento hay que presentar el caso científico, y en la segunda fase dar detalles de cómo y dónde se van a colocar las rendijas del espectrógrafo”, explicó Mayya.
Para la investigación se usaron datos del GTC conseguidos con el tiempo mexicano, ya que México es socio del telescopio en un cinco por ciento.
“Teníamos 12 horas de observaciones aprobadas distribuidas en 12 noches a lo largo de tres años”, señaló el astrónomo.