Un investigador del Instituto de Ecología (Inecol) realiza un estudio en el sureste mexicano para conocer las condiciones de los monos araña, aullador negro y pardo y así contribuir a su preservación.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT 2010, las tres especies están en peligro de extinción, indicó Juan Carlos Serio Silva, en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Además, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó al mono aullador negro y araña en las categorías de mayor riesgo en una lista roja de especies amenazadas.

“Nuestros primates mexicanos tienen mucha importancia, pues son elementos clave en la dinámica de las selvas. Su relevancia ecológica radica en que son dispersores primarios”, destacó Serio Silva.

“Muchas plantas no van a germinar, si antes no han pasado esas semillas por el tracto digestivo de estos animales. Ellos ayudan incrementando el número de semillas germinadas y su velocidad de germinación”, agregó.

El hábitat original de estos primates se encuentra degradado en la actualidad por la transformación de tierras de uso agrícola y ganadero, lo que aisló a las especies y redujo su distribución, señaló el investigador.

“Por eso que nos dedicamos a estudiar, en muchos sentidos, sobre cómo afecta la perturbación del hábitat en la conducta, la ecología y los diversos temas que tienen que ver con estas especies de primates”, mencionó el especialista.

Entre los resultados de Serio Silva y su grupo de investigación, están el comportamiento que despliegan estos primates como respuesta a la fragmentación.

“Los monos bajan al piso, y de repente los ves entre los puercos, perros, vacas y haciendo cosas que no tendrían que hacer”, comentó el investigador.

Además, el equipo de trabajo estudia la presencia y prevalencia de parásitos y enfermedades; sus respuestas fisiológicas, genéticas y hormonales, así como estudios nutricionales, energéticos y contaminación por metales pesados y, por último, el valor de la educación ambiental en la conservación del hábitat y los monos.

Serio Silva manifestó que uno de los retos es involucrar a las de personas de Balancán, Tabasco, en actividades de conservación en beneficio de los primates.

“Entre las actividades que hemos estado implementando, para lograr involucrar a las comunidades, están las de reforestación y fomentar el uso de cercos vivos, además de promover el establecimiento de pequeños corredores que conecten fragmentos”, puntualizó.

También, se imparten talleres informativos y de capacitación sobre el uso de cercos vivos para producir grupos de trabajo y monitoreo con personas de la localidad para la reforestación, que beneficien a los primates.

“Tenemos un programa que se llama Regalando árboles a los monos aulladores, en el que llevamos grupos a los que se les dan plantas para que las siembren”, dijo el investigador.

“Con ello, se busca generar conciencia, conocimiento, respeto, participación social y restauración al involucrar a visitantes durante las visitas guiadas”, finalizó.

jpe

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