El calentamiento global continuará con afectaciones al planeta durante los próximos años, independientemente de las acciones que se tomen por parte de la humanidad, por lo que es indispensable reducir las emisiones para disminuir sus efectos.
Así lo revelaron los investigadores y científicos que participan en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), al analizar la gama de evidencia publicada y que revela los costos de los daños netos del cambio climático.
En su portal de Cambio Climático Mundial, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) informó que los científicos prevén que el calentamiento promedie de uno a tres grados centígrados por encima de los niveles de 1990.
Esto traerá como consecuencia una serie de cambios inevitables que en ocasiones serán benignos y en otros perjudiciales, ya que traducirá en la modificación del mundo como se conoce a uno nuevo, al cual los ecosistemas tendrán que adaptarse o evolucionar.
De acuerdo con los cambios, publicados en el Tercer Informe Nacional de Evaluación del Clima de Estados Unidos a través del portal, se prevé que el calentamiento continúe con la transformación del planeta más allá de este siglo.
Ello se debe en gran parte a que el aumento de temperatura inducido por el hombre se sobrepondrá al clima que varía de forma natural, por lo que el aumento de la temperatura no será uniforme o suave para los próximos años.
Como resultado de ello, países como Estados Unidos enfrentarán un cambio en sus estaciones debido al incremento de la duración de las temporadas de heladas, lo que afectará a los ecosistemas y a la agricultura.
Lo mismo ocurrirá con los patrones de precipitación, ya que habrá zonas en que las lluvias aumentarán de intensidad o promedio mientras que en otras ocurrirá lo contrario, al grado de que se generarán sequías y olas de calor.
Además, las temperaturas de verano en el hemisferio norte del planeta podrían generar una reducción en la humedad del suelo, lo que agravará las olas de calor, registrándose cada vez más días de calor extremo.
En lo que respecta a la generación de ciclones, por lo menos en el norte del continente americano, la intensidad y duración de los huracanes del Atlántico Norte, así como la frecuencia de los más fuertes (de 4 a 5 en la escala Saffir Simpson) seguirán en aumento.
El nivel del mar, el cual ya registra un aumento de casi ocho pulgadas, podría incrementarse hasta llegar a ser de uno a cuatro pies para 2100, debido al aumento de aguas oceánicas por el mayor deshielo de los polos.
Por último, existe una alta probabilidad de que el Océano Ártico quede libre de hielo de verano antes de llegar a la mitad del siglo.
kal