Nuevos estudios del cerebro de varios fósiles apuntan a una evolución diferenciada del género Homo en Eurasia, según afirmó este jueves el codirector de las excavaciones del yacimiento español de Atapuerca (Burgos, norte), José María Bermúdez de Castro.

En rueda de prensa, Bermúdez de Castro explicó que la teoría que se maneja actualmente es que los primeros homínidos llegaron de África hace unos dos millones de años, pero después se movieron transversalmente, probablemente partiendo del sureste de Asia, lo que explica las similitudes entre los cerebros encontrados en yacimientos asiáticos y Atapuerca.

"Parece lógico pensar que los primeros homínidos, que venían de un clima cálido, pudieron asentarse en el sureste asiático, donde el clima era benigno de manera continuada y, desde allí, moverse en oleadas en un eje transversal", precisó el experto.

Esto explicaría las similitudes entre el cerebro de un fósil de cráneo de Homo Heidelbergensis hallado en Maba (China), un resto de hace entre 130 mil y 300 mil años, y los restos de Homo Heidelbergensis encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca, de aproximadamente la misma antigüedad.

El estudio del fósil chino, realizado por Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Atapuerca (CENIEH) en colaboración con el Instituto de Paleontología de Pekín, ha concluido que era un individuo cuya cara tenía rasgos de neandertal, mientras el cerebro tenía rasgos más primitivos.

La misma combinación se encuentra en Atapuerca, en los restos de la Sima de los Huesos, el yacimiento más rico del mundo en restos de esta época.

El paleoneurólogo del CENIEH Emiliano Bruner, uno de los autores de la investigación publicada este mes en la revista especializada American Journal of Physical Anthropology, explicó que se trata de un estudio que ha llevado varios años de trabajo.

En la misma revista se ha publicado, también este mes, otro estudio sobre un fósil de cráneo de Homo Erectus de Buia (Eritrea) de hace un millón de años.

Este fósil africano ha confirmado que había una gran diferencia entre individuos de la misma época de ese continente y Asia, dado que sus rasgos se diferenciaban de otros individuos que hasta ahora se asocian a la misma especie, detalló Bruner.

Aunque se trata de una coincidencia, porque los estudios se han desarrollado por separado, este mismo mes se ha publicado en la revista especializada francesa Comptes Rendus Palevol otro estudio craneal, en este caso de restos de un parietal de hace unos 800 mil años encontrado en la Gran Dolina (Atapuerca), correspondiente a la especie Homo Antecessor, solo descrita hasta ahora en este yacimiento.

El coordinador del estudio, José María Bermúdez de Castro, consideró que las conclusiones confirman que no era una especie de origen directamente africano, como el propio equipo de Atapuerca señaló en 1997, sino que es una especie "europea o euroasiática".

En este sentido, precisó que la historia de Eurasia es "mucho más compleja de lo que se pensaba".

Bermúdez de Castro señaló que la evolución no se produjo en forma de oleadas de homínidos que venían de África, sino que hubo una migración desde África hace unos dos millones de años y esos individuos, asentados probablemente en el sureste de Asia fueron expandiéndose en movimientos transversales, lo que explica la similitud de individuos de la misma época entre Asia y Europa.

"Parece que las poblaciones asiáticas y europeas compartieron un ancestro común procedente de África y eso explica que tengan características similares, aunque no idénticas", apuntó.

kal

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