La presencia de depredadores de gran tamaño contribuye a reducir en más de un 35% el estrés psicológico en alevines, ya que estos ahuyentan a sus depredadores, de tamaño pequeño y mediano, según un estudio publicado este martes.
Estudios previos probaron que el avistamiento de los depredadores de gran tamaño reduce la actividad de los mesopredadores (medianos y pequeños), pero los científicos de la Universidad James Cook y de la Universidad de Glasgow demostraron con su investigación el impacto que tiene en las crías de los peces.
En el estudio liderado por María del Mar Palacios se expuso a las crías de los peces damisela (familia de los Pomacentridae) a una serie de señales sensoriales, que incluyen las visuales y olfativas, vinculadas a depredadores pequeños y medianos.
Los científicos midieron el comportamiento de los alevines y su absorción de oxígeno, característico del estrés, para entender el efecto de los depredadores en la cadena alimenticia de los nuevos habitantes de la Gran Barrera de Coral, según un comunicado de la Universidad James Cook.
Los alevines mostraron un mayor estrés ante la única presencia de los mesodepredadores, pero éste desaparecía si se añadía un depredador de gran tamaño, ya que suprimía la actividad de los otros.
Al igual que en los humanos, la reducción del estrés psicológico contribuye a la salud de los peces y a utilizar la energía para crecer.
"La explotación desmedida de carnívoros marinos de gran tamaño puede ayudar a una explosión de depredadores pequeños que no solo son capaces de matar sino también de estresar a las crías de los peces", alertó el supervisor de la investigación, Mark McCormick.
kal