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El descubrimiento de estrellas de diversas edades en tres cúmulos globulares cercanos a la Vía Láctea ha avivado el debate entre los astrofísicos sobre el origen de esas estructuras que se remontan al universo temprano, según publica este miércoles la revista Nature.
Científicos chinos y estadounidenses han observado en las Nubes de Magallanes diversos cúmulos masivos, de una edad de entre mil y 2 mil millones de años, en los que algunas estrellas nacieron cientos de millones de años después de la formación de la estructura principal.
El hallazgo añade un nuevo argumento a la controversia que existe en la comunidad científica desde hace más de una década sobre la naturaleza de los cúmulos globulares, unas formaciones complejas que durante décadas se consideraron simples e inmutables.
Se trata de grupos de entre 100 mil y un millón de estrellas unidas en una formación esférica que orbita alrededor de una galaxia, de forma similar a un satélite que gira en torno a un planeta.
Su enorme tamaño hace que fueran unas de las primeras estructuras que se observaron con claridad con los telescopios astronómicos primitivos, en el siglo XVII.
La mayoría de esos acervos de estrellas tienen entre 10 mil y 13 mil millones de años, por lo que se remontan a los límites de la edad del universo, y hasta hace poco los astrofísicos pensaban que se formaron en un evento único.
En 2004, sin embargo, una observación del telescopio espacial Hubble cambió esa perspectiva, al detectar estrellas de diversas edades en Omega Centauri, uno de los mayores cúmulos del entorno de la Vía Láctea.
Desde entonces, la comunidad científica ha tratado sin éxito de dar con un modelo definitivo para explicar la evolución de esas estructuras.
El estudio liderado por Chengyuan Li, de la Universidad de Pekín, pone sobre la mesa tres nuevos cúmulos con estrellas de diversas edades y propone un nuevo modelo para explicar su formación.
Los investigadores creen que los grupos estelares que transitan por los discos gaseosos de sus galaxias pueden capturar reservas de gas suficientes para dar lugar a una nueva generación de estrellas, un proceso que justificaría la diversidad de edades en las estrellas que se observan en cúmulos más antiguos.
El trabajo sostiene que los tres cúmulos jóvenes detectados permiten observar las fases tempranas de la formación de las estructuras más antiguas, por lo que creen que su modelo se puede extrapolar al resto de cúmulos conocidos.
kal