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Autoridades mexicanas han informado de señales que indican que el número de mariposas monarca que pasa este invierno en México podría ser tres o cuatro veces superior a la del año pasado.
Durante una visita a la reserva de la mariposa monarca, la Secretaria estadounidense de Interior Sally Jewell y el Secretario de Medio Ambiente de México, Rafael Paquiano dijeron que los primeros informes de este año sugieren que la población de mariposas está aumentando.
"Estimamos que la población de mariposas que arriban a la reserva es hasta tres y podría llegar hasta cuatro veces la superficie que ocupaba en la temporada pasada," dijo Paquiano.
No explicó cómo se había llegado a esa cifra, pero la institución que dirige monitorea la población de mariposas desde que entran por el norte del país desde los Estados Unidos.
El número de mariposas, que se caracterizan por sus colores: naranja y negro, que hacen cada año la migración de más de 5 mil kilómetros desde Canadá y México había ido disminuyendo con el tiempo, pero el año pasado, la superficie que ocupó a su llegada a México mostró una leve recuperación ocupando 1,13 hectáreas.
El número de mariposas monarca no se mide por individuos sino por la superficie que ocupan los enjambres colgados de los árboles en los que se agrupan. Han llegado a ocupar hasta 18 hectáreas en México.
Pasquiano estima que la superficie cubierta por los enjambres este año estará entre las tres y cuatro hectáreas y el objetivo de las autoridades es que llegue a seis de aquí al 2020.
"Los Estados Unidos están comprometidos con la protección de la mariposa monarca, pero necesitamos la ayuda de México y Canadá", dijo Jewell antes de emprender una caminata de una hora por las montañas en las que se distribuyen los enjambres de mariposas.
Jewell también explicó que en los Estados Unidos se está trabajando en la reintroducción de algodoncillo, con una previsión de 3 millones de hectáreas plantadas en un plazo de cinco años. El regreso a su medio ambiente natural y la limitación del uso de pesticidas son clave para la recuperación del número de mariposas.
"Tenemos que adaptar nuestras prácticas agrícolas...tenemos que revisar nuestro uso de pesticidas", dijo Jewell. "Nuestro objetivo es que regresen aquí, a México, 225 millones de mariposas monarca cada año. Podemos conseguirlo si trabajamos juntos".
El algodoncillo es la planta de la que se alimentan las mariposas. Es también el lugar donde ponen sus huevos. Los pesticidas la han diezmado en los Estados Unidos.
En México los problemas son otros
La tala ilegal de los bosques a los que llega a hibernar la mariposa se ha triplicado tan sólo en el último año, haciendo retroceder los avances logrados durante los años anteriores.
El jueves, Pasquiano confirmó que, efectivamente, la zona de amortiguamiento de la reserva de la mariposa ha perdido unas 9 hectáreas debido al incremento de la tala ilegal. Pero que la intervención de las autoridades, que detuvieron a algunos de los responsables, lo detectó.
En 2015, los madereros cortaron 19 hectáreas de árboles en torno a San Felipe de los Alzati en el estado de Michoacán
La pérdida de este año fue la más alta desde 2009 y supera la tala de ocho hectáreas registrada en 2014. En 2012 la tala había caído casi a cero. Pero el problema remite constantemente.
El manto creado por las copas de los árboles protege contra el frío y los enjambres de mariposas se refugian en sus ramas para hibernar. Las amenazas contra la existencia de ese hábitat se convierten en amenazas directas a la supervivencia de la especie.
La migración es un rasgo hereditario de las mariposas. Ninguna sobrevive para hacer el viaje de ida y vuelta y aún no se sabe a ciencia cierta cómo encuentran el camino de regreso cada año al mismo lugar en el que han estado en años anteriores. Algunos científicos sugieren que en su vuelo podrían soltar una sustancia química que señala el camino y que si el número decae demasiado, la ruta no sería lo suficientemente clara para encontrar el camino de regreso.
Hace dos años se registró el mínimo histórico de mariposas en México, con una extensión cubierta de sólo 0,67 hectáreas, la más baja desde que comenzó a registrarse en 1993.
En su mejor año, 1996, las monarca llegaron a cubrir 18 hectáreas en una cadena montañosa al oeste de la Ciudad de México. Pero la tendencia desde entonces ha sido siempre de ligero pero constante declive.
La especie no está en peligro de extinción, ya que vive en muchos países. Lo que está en juego es el proceso migratorio.
El gobierno ha entregado fondos a comunidades de poblaciones originarias para que cuiden la superficie de 56.000 hectáreas que ocupa la reserva de la mariposa monarca, protegida por la UNESCO. Sus habitantes se benefician del turismo y las actividades de reforestación vinculadas a la mariposa.
Pero Omar Vidal, responsable en México del Fondo Mundial para la Protección de la Naturaleza ha señalado que la pobreza de los habitantes de la reserva sigue siendo un problema.
kal