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La NASA está investigando nuevas tecnologías que puedan ayudar a los astronautas en futuras exploraciones a Marte, que se calcula podrían iniciar en la década de 2030.
Debido a la radiación que el planeta rojo emite, los científicos saben que los trajes deberán proteger de ella, por lo que la agencia espacial investiga cómo brindar mejores "escudos" a las contramedidas biomédicas, a los utensilios eléctricos y durante las caminatas espaciales.
"El entorno de radiación espacial será una consideración crítica para todo en la vida cotidiana de los astronautas, tanto en los trayectos entre la Tierra y Marte como en la superficie", dice Ruthan Lewis, arquitecto e ingeniero del Centro Goddard de vuelos tripulados al espacio de la NASA.
Según la definición que otorga la NASA en su página web, la radiación se constituye de ondas o partículas subatómicas que transportan energía a otra entidad. La energía puede adherirse a cualquier ente, sin importar la forma que éste posea.
En el caso de la piel humana, si la energía radioactiva la atravesara, podría causar daños irreversibles a las células o al ADN, lo que podría provocar mareos crónicos, o incluso enfermedades como cáncer.
Afortunadamente, existe una capa que rodea al planeta Tierra, llamada magnetósfera, que desvía las partículas irradiadas por el Espacio, y la atmósfera ayuda a absorber la mayoría de las partículas restantes. Pero explorar Marte significaría salir de esa "burbuja de protección".
Viajar a Marte, que carece de magnetósfera, implicaría para los viajeros estar expuestos directamente a dos fuentes de radiación: el Sol, sus partículas, sus explosiones y eyecciones de protones, y partículas provenientes de los rayos cósmicos galácticos.
De acuerdo al portal ABC, Jonathan Pellish, un ingeniero espacial de Goddard, afirma que la solución está en la combinación de varias cosas: "Puede ser la tecnología que ya tenemos, como materiales ricos en hidrógeno, pero serán necesariamente conceptos de vanguardia que ni siquiera hemos pensado todavía".
kal