La sonda espacial Cassini explorará el miércoles una de las lunas de Saturno, atravesando una nube de partículas gélidas que merodean en su polo inferior.
Enceladus, una de las muchas lunas que giran en torno a Saturno, estará en la mira de la nave espacial que le pasará a unos 48 kilómetros de distancia y ofrecerá los mejores datos obtenidos hasta ahora sobre el océano que corre bajo su superficie.
Cassini vuela por el espacio a unos 31 mil kilómetros por hora, por lo que su paso por la nube gélida será fugaz.
Se cree que un océano en estado líquido corre bajo la superficie de Enceladus, que tiene una anchura de unos 480 kilómetros. La inspección fijada para el miércoles será la más cercana hasta ahora a través de tales vapores, por lo que la misión es un poco más arriesgada que lo usual.
Cassini, que despegó en 1997, no tiene la tecnología para detectar formas orgánicas, pero los expertos esperan que el vistazo más reciente les indique algo sobre las posibilidades.
Curt Niebur, científico de la NASA, considera que la misión del miércoles es "un gran paso en esta nueva era de exploración de océanos en los cuerpos que orbitan por nuestro Sistema Solar".
Hay otros cuerpos donde se sospecha que hay mares u océanos: Titán, la mayor luna de Saturno; las lunas de Júpiter (Europa, Ganymede y Callisto) y posiblemente los planetas enanos como Plutón y Ceres.
"Estos son mundos con enormes cuerpos de agua bajo la superficie, que podrían ofrecer oasis de vida en medio de nuestro Sistema Solar", dijo el lunes Niebur.
"Es una exploración que nos ayudará a entender qué es lo que hace habitable a un planeta y en cuál de ellos podríamos hallar formas de vida, o incluso dónde podríamos nosotros vivir algún día".
Los expertos ansían conocer más sobre la composición química de los vapores helados de Enceladus. También desean saber si las emisiones son columnas espesas o vapores que emanan de las grietas a lo largo del polo sur del planeta.
kal