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Cuando la sonda espacial Rosetta envió sus primeras imágenes de cerca de un cometa el año pasado, los científicos se sorprendieron: en vez de ver el objeto de hielo y roca que esperaban, el cometa mostraba dos lóbulos distintivos conectados por un "cuello".
Algunos dijeron que parecía un pato de goma gigante.
Investigadores concluyeron ahora que el cometa 67P/Churyumov-Geramisenko probablemente se formó de dos objetos separados que chocaron durante las primeras etapas del Sistema Solar, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature.
Usando datos obtenidos por la cámara OSIRIS a bordo de Rosetta, los científicos pudieron determinar que los planos y arcos de la superficie de 67P son en verdad terrazas que cubren los dos lóbulos como las capas de una cebolla.
"Por primera vez, este estudio entrega evidencia observacional de cómo se formaron los cuerpos primordiales", indicó Mateo Massironi, uno de los autores del estudio.
Gracias a la alta resolución de las imágenes, los científicos pudieron ver que las capas del lóbulo más grande –con un grosor de hasta 650 metros– son independientes de las capas del lóbulo menor. En esencia, esto significa que el cometa está hecho de dos núcleos separados.
Jay Melosh, profesor de ciencia planetaria en la Universidad Purdue en Indiana y que no estuvo involucrado en el estudio, calificó la publicación como "una maravillosa pieza de investigación que ejemplifica lo mejor de la ciencia, llevando orden desde el aparente caos".
"La gran noticia es que las capas de cada lóbulo se cubren independientemente, indicando que los dos lóbulos crecieron independientemente y sólo se unieron más tarde en su historia, conectándose suavemente durante un antiguo encuentro que aparentemente le generó poco daño a ambos", dijo. "Se cree que este crecimiento ocurrió hace 4.500 millones de años, contemporáneo a la formación del Sistema Solar".
Melosh, que estuvo involucrado en las misiones Deep Impact, NExT y EPOXI de la NASA para estudiar los cometas Tempel 1 y Hartley 2, dijo que "se habían visto pistas de capas en otros núcleos de cometas, pero tomó la exquisita resolución y completa cobertura de la misión Rosetta para revelar completamente la estructura relativamente simple del cometa 67P y, por extensión, de otros cometas".
"La fusión debería haber ocurrido cuando el polvo estaba coagulando en cuerpos más grandes y hechos de capas en las regiones exteriores y los planetas estaban creciendo en las regiones interiores", explicó Massironi, que trabaja en la Universidad de Padova, en Italia.
El conocimiento entregado por las fotos de Rosetta debería ayudar a los científicos a entender mejor cómo se formaron los planetas y cometas, afirmó.
kal