El raro , ofrecerá una mezcla de riesgo y oportunidad científica para una nave espacial de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio, NASA, en órbita lunar.

El satélite natural de la Tierra se sumirá en la oscuridad la madrugada del próximo domingo cuando estará más cerca de nuestro planeta debido a su órbita elíptica, por lo que se verá una “súper Luna”, anormalmente grande y brillante.

Se trata de un espectacular evento que deberá ser aprovechado y admirado en lo posible, ya que pasarán años antes de que un eclipse total de este tipo se repita, hasta 2033 según las previsiones.

La anterior ocasión en que la Tierra se interpuso entre la Luna y el Sol, estando tan cerca de su satélite natural, ocurrió en 1982.

La sombra de la Tierra oscurecerá al Orbitador de Reconocimiento Lunar (ORL) de la NASA, lo cual ha suscitado un poco de preocupación porque la sonda funciona con energía solar, aunque ha sobrevivido a otros tres eclipses lunares en los últimos 17 meses.

“Tenemos un método y funciona bien”, afirma Dawn Myers, planificador de operaciones científicas del Centro de Vuelo Espacial Goddard, en Greenbelt, Maryland, y explicó: “Siempre es estresante durante la aproximación, pero seguimos el mismo procedimiento sin problema”.

Esos procedimientos originalmente consistían en apagar los sistemas del ORL para ahorrar energía de la batería y simplemente capear el eclipse hasta que el Sol volviese a salir.

Sin embargo, a medida que los miembros del equipo de la misión ganaron experiencia con los años, obtuvieron la confianza suficiente para tomar algunos datos durante los eclipses lunares con los instrumentos de la sonda.

Por ejemplo, el ORL ha mantenido en operación su instrumento Diviner para dar seguimiento a las temperaturas de la superficie de la Luna conforme se mueve la luz del Sol a la sombra, cada vez, las cuales pueden oscilar considerablemente en sólo unos minutos.

“El rápido enfriamiento de la superficie durante un eclipse nos da una visión de cómo los pocos centímetros se enfrían de una diferente manera durante una noche lunar normal”, explica el científico adjunto del proyecto ORL, Noah Petro.

“A partir de esto, aprendemos sobre el tamaño de las partículas en la superficie” de la Luna, agregó Petro en un comunicado de la misión.

Es probable que durante el eclipse del domingo el orbitador suspenda su rastreo de estrellas y la toma de algunos datos para permitir una mejor navegación, indicaron funcionarios de la NASA, citados en un reporte de la revista especializada Scientific American.

El ORL, que debe mapear la superficie de la Luna con detalles sin precedentes, es una sonda del tamaño de un coche pequeño y lleva siete instrumentos científicos diferentes, la mayoría de los cuales se desactivará durante el eclipse del domingo.

kal

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