Para recorrer el vecino planeta rojo sin salir de nuestro planeta azul, además de los instrumentos y vehículos para desplazarse y efectuar experimentos, se requieren otros tres elementos: una serie de lugares que se asemejen lo más posible a Marte, un traje que simule las condiciones que experimenta un ser humano en ese mundo vecino y unos denominados "astronautas análogos" que vistan el traje y efectúen las investigaciones sobre el terreno.

Los investigadores del Foro Espacial Austriaco (OeWF, por sus siglas en inglés) vienen combinando estos recursos tecnológicos y humanos desde comienzos de esta década, para recabar información y experiencias lo más realistas posibles sobre las condiciones a las que se enfrentarán los primeros navegantes espaciales que se desplacen a Marte. Los ‘astronautas análogos’ del OeWF ya han efectuado misiones simuladas sobre distintos tipos de terrenos terrestres que se asemejan mucho a lo de la corteza marciana situados, en el norte del desierto del Sahara, en las cuevas de hielo Mammoth y Giant Ice de Dachstein, y en el cauce del Río Tinto.

Su última misión, denominada AMADEE-15, se ha desarrollado en los glaciares rocosos de Kaunertal, en la región austriaca del Tirol, y ha consistido en la exploración “marciana” simulada a mayor altitud efectuada hasta ahora, según el OeWF.

Una de las piezas claves para que los “astronautas análogos” puedan desplazarse y conducir los vehículos y efectuar los experimentos sobre el terreno, es el traje espacial que visten, denominado "Aouda", que simula las restricciones de movimientos y experiencias sensoriales, así como el peso y la presión que experimentaría una persona en Marte.

UN PASEO POR LOS GLACIARES

La simulación AMADEE-15 duró 10 días, fue dirigida desde el Centro de Apoyo a la Misión, MSP, del OeWF en Innsbruck, Austria, e involucró a científicos de 19 países de Europa y a Estados Unidos. Durante la misión se efectuaron una serie de experimentos en las áreas de operaciones de superficie, geología, astrobiología e ingeniería planetarias, para preparar a las personas y los aparatos tecnológicos para futuros viajes espaciales.

Los “astronautas” fueron asistidos de forma remota por un equipo interdisciplinario desde el MSP de Innsbruck y, desde diversas instalaciones localizadas en Varsovia, Atenas y Budapest.

Durante la simulación, todas las comunicaciones entre el MSP y el equipo de campo se trasmitieron con 10 minutos de retraso, para reflejar las condiciones que se vivirán en una expedición a Marte, de acuerdo al OeWF. Por lo tanto, el MSP debió esperar un mínimo de 20 minutos para recibir una respuesta a cualquier petición, dado que ese sería el tiempo aproximado que tardaría una señal en realizar un viaje de ida desde la "Tierra" a "Marte" y el que demoraría una señal de respuesta en viajar desde Marte a nuestro mundo, según esta misma fuente.

Durante AMADEE-15, una cámara suspendida de un globo de helio siguió los movimientos y trabajos de los astronautas.

Sobre el terreno se utilizó un radar de penetración de la tierra para detectar los depósitos superficiales de hielo subterráneo, y se emplearon otros métodos científicos para datar la edad de las morrenas, es decir las acumulaciones de piedras y barro depositados en las proximidades del glaciar.

Los científicos también utilizaron un láser para obtener evidencias sobre la vida microbiológica que puede existir en los ambientes extremos, tales como los glaciares, y probaron por primera vez una plataforma de realidad virtual (RV) en tres dimensiones (3D) de Marte utilizando un casco y auriculares Oculus Rift.

ÚLTIMAS TECNOLOGÍAS

Con este sistema de RV, desarrollado para proporcionar a los futuros astronautas a Marte un entorno de formación que sea lo más realista posible, pudieron moverse en determinados momentos a través de un paisaje simulando la realidad marciana y un hábitat muy realistas, informa el OeWF.

Otros experimentos se centraron en probar distintos equipos de soporte vital, como una impresora 3D para abastecer a los seres humanos con las piezas de dentaduras que puedan necesitar en su largo viaje a Marte, o una ducha de vapor que utiliza solo una fracción de la cantidad normal de agua que se gasta al asearse.

Durante la misión, los “astronautas” utilizaron esa ducha después de cada actividad o trabajo al aire libre, algo similar a lo que efectuarán en Marte fuera de sus vehículos o bases.

La doctora Christine Moissl-Eichinger, de la Universidad Médica de Graz y coordinadora del experimento de astrobiología "Glacier-MASE", se muestra “muy satisfecha con los datos recogidos y la ejecución del experimento, que consistió en introducir unas jeringas especiales para sondear el glaciar y obtener muestras de su vida microbiológica, poniendo a prueba las habilidades de los `astronautas´, el traje ‘Aouda’ y el instrumental científico”, indica.

“Durante AMADEE-15 los astronautas del OeWF realizaron una prueba simulada a la mayor altitud conseguida hasta ahora, a 2 mil 887 metros sobre el nivel del mar”, informa Monika Fischer, portavoz del OeWF.

Según Fischer, además se recogió un volumen significativo de datos científicos sobre el glaciar austriaco, “que están siendo analizados, no solo para preparar una futura misión real a Marte, sino para mejorar los métodos científicos y equipos, como el traje espacial ‘Aouda’ probado, de cara a las futuras misiones simuladas", cuyos lugares están estudiándose.

kal

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