Aunque siempre se ha dado por sentado que la infidelidad es una característica más masculina, estudios sobre el tema apuntan a que se trata de un comportamiento que se da a la par en ambos géneros.

Sandra Herrera, magistra en psicología de la Universidad de Salamanca (España), señala que durante mucho tiempo la sociedad, permeada por el machismo, hizo más visible la infidelidad de los hombres; que de hecho, acabó siendo considerada un rasgo de virilidad.

Pues bien, una reciente investigación de la Universidad de Queensland (Australia), publicada en Evolution and Human Behavior, sugiere que algunas mujeres serían más proclives a la infidelidad por una mutación hormonal. En otras palabras, la decisión de tener varias parejas sería, para algunas, un asunto pegado a los genes.

De acuerdo con Brendan P. Zietsch, el psicólogo australiano que lideró la investigación, hay mujeres en las cuales un gen produce la síntesis de vasopresina, una hormona fundamentalmente antidiurética, pero que juega un papel importante en conductas humanas como la confianza, la empatía y la vinculación sexual, que sería la responsable de esta actitud.

La investigación se centró en un grupo de 7 mil 400 pares de gemelos que habían mantenido pareja estable, por lo menos durante un año, y encontró que en un 40% de mujeres infieles estaba la variación genética en dicha hormona.

Este factor, de acuerdo con Zietsch, es entendible porque en aquellas que se encontró un mayor nivel en la producción de vasopresina, se evidenció mayor actividad en los núcleos supraóptico y paraventricular dentro del hipotálamo, sitios en los cuales actúa de manera definida la oxitocina, hormona que siempre ha estado ligada al enamoramiento. "Sería -señala el investigador- como una especie de sinergia entre las dos hormonas".

Un mar de teorías

Vale decir, sin embargo, que esta es solo otra más de las teorías en torno a la infidelidad. Hace poco un estudio de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) concluyó que en algunos primates la infidelidad de las hembras estaba definida también genética e instintivamente como un factor paraproteger a su descendencia de los machos dominantes, que solían matar a las crías.

Según Elise Huchard, de la Universidad de Montpellier (Francia), quien participó en el estudio, esto se explicaba porque las chimpancés, al mantener relaciones sexuales con muchos machos, lograban confundirlos al punto que eran incapaces de distinguir las crías propias de ajenas.

Dieter Lukas, de la Universidad de Cambridge, asegura que este comportamiento podría marcar una traza en el plano evolutivo.

Otras teorías sobre la infidelidad femenina aseguran que las mujeres primitivas se emparejaban con un compañero con el único fin de tener hijos. Sin embargo, a medida que salían a recoger alimentos, también empezaban a dormir con otros hombres, lo que les permitió acumular más comida con ayuda de sus amantes, para mantener hijos extramaritales y crear mayor variedad genética.

Más allá del placer

Pero la infidelidad femenina no siempre recae solo sobre el gusto sexual. Carmen Helena García, psicóloga especializada en pareja de la Universidad de Ámsterdam (Holanda), considera que las razones de la infidelidad femenina están más concentradas en factores sociales que biológicos.

De acuerdo con la especialista, no solo las mujeres sino los seres humanos son infieles porque buscan algo. Pero sobre esto hay algunas diferencias; hasta hace poco, por estar dedicada a su hogar, para la mujer era más difícil tener un romance casual.

Según la experta, aunque la motivación no siempre es sexual, en las mujeres es un poco más inusual que solo quieran pasar un momento placentero, en ellas suele haber algo más.

La feminista Francesca Gargallo, quien ha estudiado el tema por años, dice que "las mujeres hemos empezado a separar el placer físico de los ordenamientos morales impuestos. Creo que hemos dejado de creer que nuestro cuerpo le pertenece a un hombre".

Esta conclusión la reafirma la psicoanalista mexicana Delia Hinojosa, quien cree que en el plano sexual el género femenino ha adquirido una mayor libertad y capacidad de goce, lo que permite ver que la infidelidad de la mujer puede tener varias aristas: puede ser ocasional, en el caso de que la aventura simplemente valga la pena; motivada por el impulso sexual, que es cosa de una sola vez, y también puede ser romántica, cuando ella busca encontrar el amor que no siente en su pareja.

La psicoanalista señala que también está la posibilidad de una infidelidad estructural; ser infiel por costumbre, y le parece que es normal familiarizarse con varias personas a la vez.

Por último, hay casos en que una mujer decide "poner los cuernos" por venganza cuando descubre que su pareja tiene amante.

Las profesiones más propensas a los deslices

El portal para infieles más grande del mundo ‘Ashley Madison' encuestó a 3 mil 600 usuarios; el 97% eran profesionales. El propósito era establecer qué carreras son las más infieles. Estos son algunos hallazgos:

Médicos y enfermeros. Al parecer, las largas jornadas laborales y el estrés propician el ambiente.

Profesores de universidad. Algunos aprovechan la cercanía y admiración con los estudiantes.

Auxiliares de vuelo. El trabajo los mantiene fuera de casa por largas temporadas.

Psicólogos. Por la cercanía emocional que se establece con las personas.

Secretarias. Siempre se ha hablado de la cercanía con sus jefes.

Escritores, periodistas y fotógrafos. Tienen muchas posibilidades de estar conociendo personas permanentemente.

kal

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses