Ciencia y Salud

Apostaron por la ciencia y son medallistas

La ciencia y la tecnología han sido desairadas en México a pesar de que han demostrado que pueden ser la clave para potenciar el desarrollo deportivo de un país

Foto: Xinhua
28/08/2016 |23:20Berenice González Durand |
Redacción El Universal
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En una época de fuertes lluvias, Adolf “Adi” Dassler, el fundador de Adidas, decidió que era necesario imaginar un nuevo zapato deportivo que evitara las caídas de los jugadores. Examinando las leyes de física más básicas, casi de manera intuitiva, diseñó un calzado con suela de nylon y tacos de rosca que logró que el equipo alemán consiguiera la victoria frente a Hungria en la Copa Mundial de 1954. Más de medio siglo después, las investigaciones de la compañía continúan y la apuesta hoy de la misma marca para este tipo de zapatos es la utilización de una plataforma de carbono, así como tachuelas de nanocerámica de compresión permanente que mejoran el impulso.

El deporte y la ciencia han tenido una relación simbiótica que se ha fortalecido con el tiempo en varias áreas del conocimiento. Por un lado está la industria de artículos deportivos que ha desarrollado productos que se han traducido en una ventaja para quien los porta. Tanto se valora este “plus” que incluso se han tenido que establecer nuevas reglas en las federaciones respecto al uso de algunos materiales, como el caso de los trajes de baño y otros utensilios utilizados en los deportes acuáticos. Se considera que ciertos materiales inspirados en la naturaleza, como la dermis de un escualo, pueden reducir el arrastre del cuerpo hasta en un 7% por las ventajas de la nanotecnología aplicada a la llamada biomimética.

Una segunda piel también son las camisetas biométricas que miden distintos aspectos de la condición física y el rendimiento del atleta, como la popular PoloTech de Ralph Lauren, cada vez más común en EU y no sólo para atletas de alto rendimiento, sino para deportistas en general. Tan sólo en el vecino país del norte, el valor de la industria mundial del deporte se calcula por encima de los 600 mil millones de dólares. Este tipo de cifras también ejemplifican la cultura deportiva en torno a la cual se gesta. Las mismas compañías deportivas invierten en investigación y los equipos olímpicos se convierten en el muestrario perfecto de los productos.

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Sensores en los tacos para evitar salidas en falso en atletismo, canoas con GPS, cámaras que registran mil imágenes por segundo para evitar finales dudosas y televisiones bajo el agua fueron algunos de los adelantos tecnológicos que se pudieron observar en las recientes olimpiadas, pero la apuesta por la ciencia y la tecnología no sólo se acaba en la vitrina de los artículos que usan los deportistas o que hacen más eficiente el seguimiento del espectáculo deportivo.

En los pasados juegos olímpicos fue evidente que los países que le han apostado a la ciencia en relación directa con el deporte, han cambiado su historia. Tal es el caso de Reino Unido que hace dos décadas sólo logró ganar una medalla de oro durante los Juegos Olímpicos de Atlanta y hoy se regocijan con sus 27 preseas de oro, casi las mismas que cuando fueron sede hace cuatro años. Más recursos económicos, pero también más ciencia del deporte.

Laboratorios de ganadores

Las ciencias aplicadas al deporte utilizan el conocimiento científico en beneficio del desarrollo deportivo, tanto a nivel físico como mental. En este sentido, el eje fundamental ha sido la llamada medicina del deporte, a la que se han sumado la nutrición, la psicología, la biomecánica, la resistencia de materiales, la física, las matemáticas, la química y la genética, entre otras. Para el maestro Prisciliano Meléndez Añorve, Jefe del Departamento de Investigación de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos (ENED), cada día se han ido incorporando más áreas del conocimiento en apoyo al deporte.

“La integración de los recursos tecnológicos aplicados a través de distintas ciencias, ayuda a los deportistas a mejorar su desempeño, como el caso de la biomecánica, la rama que estudia la movilidad del deportista. Cada deporte tiene movimientos muy característicos, entonces éstos son evaluados a través de medios tecnológicos como diferentes tipos de software”.

Mediante equipos de captura de movimiento tridimensional, así como por medio de videos superslow se van a analizando las ejecuciones de cada deportista y la calidad de las mismas. El especialista señala que en el tiro con arco, por ejemplo, se logra una observación directa de cada uno de los instantes que conforman un lanzamiento, lo que ha tenido resultados de gran utilidad en la preparación de los deportistas.

Para muchos países con una cultura deportiva que los distingue por estar siempre en los puestos más altos del medallero olímpico, esta forma de evaluar y entrenar a los atletas es algo cotidiano e incluso no sólo aplicable para los atletas de alto rendimiento; pero hay países como Japón, el líder mundial en robótica, que da un paso más allá.

Para este país asiático, los robots no son sólo una promesa que sirve para hacer más llamativo el espectáculo olímpico de Tokio 2020, donde se verán numerosos robots dando instrucciones en diferentes idiomas, también están insertos en los entrenamientos de los atletas. Se desarrollan robots para estudiar el movimiento en relación con un nuevo aditamento aún no probado, como un casco o unos esquíes. También se estudian las posiciones más benéficas en determinado deportista para desarrollar planes de entrenamiento con menos posibilidades de lesiones.

Sin embargo, para el maestro Meléndez Añorve en algunos deportes hay herramientas tecnológicas más conocidas que se han incorporado fácilmente, como el uso de la telemetría por GPS en el futbol. “Estas tecnologías permiten mediciones más claras del rendimiento deportivo en relación a las distancias recorridas en las zonas donde se mueven los deportistas característicamente. Nosotros estamos trabajando con desarrollo de tecnología de este tipo, pero aplicada a el trabajo algunos deportistas con capacidades diferentes”. Explica que se están haciendo implementaciones en el lanzamiento de disco para ver cuál es el beneficio que les puede otorgar, pero hasta no tener resultados más claros, se podrá saber en qué porcentaje beneficia el uso de esta tecnología específicamente en estos casos”.

El talón de Aquiles

En nuestro país los laboratorios que emplean la tecnología para apoyar a sus deportistas son muy escasos y la mayoría de los atletas que se están preparando no tienen acceso a este tipo de herramientas. “La CONADE tiene su laboratorio de desempeño físico donde se integran una serie de evaluaciones que en determinado momento son fundamentales para los deportistas, pero este tipo de lugares no son suficientes. Hay estados que han hecho esfuerzos para propiciar la creación de este tipo de lugares, pero no todos tienen la oportunidad por sus altos costos”, señala y agrega que también falta que más profesionales se incluyan en el deporte, porque cada vez es más útil la incorporación de más áreas del conocimiento que impulsan el deporte.

Para el especialista, en nuestro país la utilización de tecnología de punta, como la que ya se utiliza en muchos países del mundo, puede brindar mejores herramientas tanto para la evaluación de los deportistas como en su preparación, sin embargo antes hace falta poner más atención en promover el desarrollo deportivo de la población en general y otra cosa esencial: lograr la profesionalización de los entrenadores.

“Desde la perspectiva académica, es muy importante enfatizar en nuestro país los aspectos pedagógicos del deporte. Se debe reforzar la formación de los entrenadores, pues hay diferencia entre capacitar y formar. En México el talón de Aquiles son los entrenadores”, señala el especialista y comenta que en otros países tienen un nivel de formación y especialización muy alto, con maestrías y doctorados, mientras que en nuestro país es difícil encontrar entrenadores que su nivel de formación sea muy avanzada. “Aunque los hay no es lo común, y ese es un rezago todavía muy grande que tenemos en nuestro país”.

Para Meléndez Añorve, cuando el nivel de conocimiento de los entrenadores es más elevado, se logra que ellos mismos busquen incorporar otras ciencias para aumentar el nivel de rendimiento de sus deportistas. “El entrenador no sólo debe ser alguien a quien le guste el deporte. Generalmente no lo estudió, pero le gusta y esta es su principal base pero sin conocimiento al respecto. Algunos que llevan muchos años finalmente a través de la experiencia a podido emerger y tener algunos resultados, pero la mayoría no tiene el perfil académico que se requiere. La ENED egresa a entrenadores con una licenciatura, pero son escasos y el deporte requiere mucho personal, mucho profesional en el área de la cultura física”. El entrevistado agrega que México también tiene grandes problemas en las categorías pequeñas por eso se vuelve necesario que la gente que esté trabajando en todas las área tenga un perfil para alcanzar mejores resultados. “El entrenador debe ser un pedagogo, una persona que posee las bases suficientes para enseñar un deporte”.