Tu cartera

Turbulencia 2017. Una guía para sobrevivir

Los pronósticos económicos del siguiente año no son alentadores. Pero aún estás a tiempo de prepararte para cualquier contingencia

ILUSTRACIÓN: ROSARIO LUCAS. EL UNIVERSAL
03/11/2016 |01:53Mariana F. Maldonado |
Redacción El Universal
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Algunos especialistas alrededor del mundo le han puesto fecha a la próxima turbulencia económica mundial: 2017. Algunos ejemplos: una encuesta de The Wall Street Journal apunta a que cada vez más economistas juntan sus voces para pronosticar que Estados Unidos va a caer en recesión el siguiente año. Economistas de Goldman Sachs han pronosticado la misma suerte para Reino Unido en la misma fecha. Juan Ignacio Crespo, prestigioso economista español, ha predicho una nueva recesión para su país en el año siguiente (en un libro recién publicado que explica los por qués).

En México, los pronósticos tampoco son alentadores. De acuerdo con las instituciones financieras encuestadas por Citibanamex, el crecimiento de la economía mexicana mantendrá un ritmo por debajo del promedio de 2.5% en los últimos 30 años.

Algunas causas: El consumo privado va a desacelerarse, las tasas de interés seguirán subiendo, habrá un enorme recorte al gasto público; en consecuencia habrá una menor generación de empleos, la inflación será mayor y habrá menos inversiones.

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En general, un entorno adverso es una cadena viciosa que termina por tocar a todos en los ingresos, ganancias (si es empresa) o en oportunidades laborales. A unos más que a otros.

Hace unos días, el titular de la Secretaría del Trabajo, dependencia encargada del empleo en México, Alfonso Navarrete, confirmó lo que se preveía: Que 2017 será un año “muy complicado” en materia de empleo, pero no sólo eso, sino en general, será un año difícil para el país. No es el primero ni el último funcionario que lo reconoce. Así que a prepararse.

Cuidar tu cartera

El momento de empezar es ahora. Si no acostumbras hacer un presupuesto —el rey de las finanzas personales— hoy es un gran día para empezar. Si sigues pasándote al Starbucks casi diario a comprar el desayuno porque no te dio tiempo de preparártelo, necesitas empezar a levantarte más temprano y a gastar menos.

Es ahora cuando se presenta la necesidad de hacer un examen de conciencia de la manera en la que gastamos. Siéntate con papel y lápiz y analiza en qué se evaporan tus quincenas.

“Es necesario identificar lo que es un deseo de una verdadera necesidad para empezar a gastar en consecuencia”, explica Elvira Méndez, especialista en finanzas de la Universidad La Salle. En este mismo sentido, es necesario identificar los gastos a los que se les denomina, “hormiga”. Son esos cafés, cigarros, dulces, refrescos, y toda cantidad de cosas que compras y en lo que se te van los billetes sin darte cuenta. Es momento de necesidades y no de gastos innecesarios. Ya identificados, elabora un presupuesto en el que incluyas tus verdaderas necesidades —tales como pagar renta, por ejemplo— y metas financieras a corto, mediano y largo plazos.

“Es necesario hacer un presupuesto que nos permita gastar lo menos posible para que podamos formar un fondo para contar con un disponible para enfrentar cualquier eventualidad. Si será necesario apretarnos el cinturón para eliminar los gastos innecesarios que van mermando nuestra liquidez”, asegura Méndez.

Si no lo haces, es hora de empezar a ahorrar. Las mejores prácticas dicen que de tu sueldo debes gastar 60% y debes ahorrar el otro 40% y repartirlo en fondos de mediano y largo plazos y en un fondo de emergencias que te permita afrontar cualquier eventualidad.

Pero de mínimo, ahorra 10% de lo que ganas, porque esto te ayudará a enfrentar cualquier imprevisto. ¿En dónde ahorrarlo? En algún instrumento que esté por arriba de la tasa libre de riesgo —la tasa de rendimiento que dan los Cetes a 28 días es poco más de 4% anual— y de la inflación (en promedio, es de 4%), al menos, sugiere la experta de la Universidad La Salle.

Si dejas tu dinero en el banco va a perder poder adquisitivo por la inflación. Es un buen momento pensar en invertir en el mercado de valores, pero es necesario hacerlo con un conocimiento previo y con visión a largo o al menos mediano plazo.

Si no estás asegurado es momento de que lo hagas a todos los niveles, no sabes qué es lo que pudiera pasarte y para la salud o los accidentes no hay dinero que alcance.

Si estás pensando en contratar un crédito, sea para auto, casa, o en general cualquier otro tipo de crédito, fíjate que la tasa sea fija. “Si es de tasa variable, no es recomendable contratar ningún crédito”, afirma la especialista.

Preservar tu trabajo

Si traes cara larga, te dedicas a calentar el asiento y no pones empeño en lo que haces, más vale que te propongas cambiar tu actitud, porque ésta incluso es mucho más valorada que si eres el mejor capacitado en tu área, asegura Arleth Leal Metlich, directora asociada de Red Ring, una empresa mexicana de capital humano. Esto también en tiempos adversos.

“Suponemos que 2017 va a ser difícil porque va a depender de la inversión y las políticas públicas. Conseguir empleo para el siguiente año será una tarea muy complicada. Es muy importante la actitud para hacer un buen trabajo y el compromiso”, comenta la especialista.

Pero no sólo se trata de trabajar, sino de dar siempre un poco más de lo que se espera de ti. “Asegúrate de ser lo más productivo y asertivo posible. Generalmente cuando hay recortes, la gente empezará a ver el desempeño y es una buena oportunidad de mejorar”, asegura Javier Vargas, VP Latín América de Right Management de ManpowerGroup. Ten a la mano las cifras exactas y números de todo aquello que has logrado para la empresa, porque esto puede ser tu carta de defensa en el caso de un recorte.

En este sentido hazte notar. Cuando logres alguna venta, haz partícipe a tu jefe de tus logros para que te puedan valorar y sepan que eres importante para la organización, sugiere Leal.

Debes de estar preparado para cualquier cambio en tu organización. No sólo ante un recorte, sino también ante un posible movimiento laboral dentro de la misma empresa. Debes ser flexible y aunque éste no te llegara a representar una mejora salarial, es necesario que lo veas como una oportunidad porque de rechazarlo podrías estar rechazando tu boleto de permanencia en la empresa, por ejemplo.

Un aspecto esencial es nunca olvidarse de hacer networking. Estar en contacto constante con otros profesionales de tu área, asistir a reuniones, platicar con las personas sobre tus deseos profesionales, y demás acercamientos, hoy más que nunca son importantes porque precisamente, es momento de incertidumbre y no se sabe cuándo vas a necesitar echar mano de esta red. De acuerdo con cifras de Manpowergroup, 75% de los puestos no es público y se obtiene principalmente a través de recomendaciones. Ten lista una presentación efectiva de ti en 30 segundos. Echa mano de Linkedin también para construir esta red y ten a la mano siempre tu currículum actualizado.

La capacitación es un tema esencial. No es hora de estar esperando a que la empresa te proporcione el taller que necesitabas sino que la responsabilidad de tu preparación es tuya.

Si ya tienes empresa, a planear

Ante estas condiciones adversas, las compañías deberán prepararse para cualquier tipo de escenario, pero mucho más las pymes.

Si eres empresario o emprendedor, es necesario que tengas dos cosas en cuenta: Uno, que te prepares para enfrentar estos diferentes escenarios posibles y dos, que tengas bajo control el aspecto financiero, sobre todo en momentos que pueden tornarse complicados.

“Debes tener el control de tus recursos financieros para soportar las turbulencias que vamos a tener, en la que puedes tener baja de ventas, y que eso te permita hacer frente a tus obligaciones, sobre todo salariales, de prestaciones de seguro social y de cuestiones fiscales. Ojalá encontraras ese estado de equilibrio”, asegura Alejandro Cerda, director de HIR PyME.

Es más sencillo hacer proyecciones de crecimiento cuando se tiene un escenario positivo, pero también es muy importante plantear qué va a suceder si las cosas no salen tan bien como se esperaban.

Mueve las variables económicas que rigen tu organización porque esto va a ayudar a tener claro lo que tienes que hacer. Por ejemplo si bajan las ventas quizá tengas que reducir gastos. Lo importante es que armes este plan de contingencia que te permita llegar a tierra firme cuando se calmen las aguas.