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Trabajar por tu cuenta puede volverse una pesadilla o convertirse en una oportunidad para alcanzar la libertad financiera que estabas deseando en tu vida. Por supuesto, el camino muy probablemente no será tan sencillo, ya que hacerlo necesita planeación, organización y trabajo, por supuesto.
De hecho, quizá los freelance trabajan más que el resto de colaboradores porque nadie hace por ellos nada y ellos sólos tienen que preocuparse por todo lo que una empresa podría ayudarles, por ejemplo, su contribución con una cuota mensual para el retiro o con una caja de ahorro.
“Los trabajadores independientes deben trabajar más que los asalariados en el manejo de su dinero, porque nadie más lo está haciendo por ellos. Mientras que es frustrante ser malentendido por aquellos que piensan que estás llevando un tipo de vida relajado, lo que es más importante —especialmente para la salud de tu dinero— es cómo te ves a ti mismo”, sostiene el libro The Money Book for freelancers, Part-timers, and Self Employed, escrito por dos periodistas, autores de varios libros y colaboradores de medios destacados como el New York Times, los cuales se salieron de trabajar para convertirse en freelancers.
Quizá suene a mito, pero a ellos les funcionó. Ellos aseguran es que tienes que “verte triunfando y alcanzando cosas, de otra manera, el dinero que entre a tu vida se esfumará”.
Presupuesto por delante
Por supuesto, el vivir bien y organizarte financieramente cuando eres freelance no sólo tiene que ver con “verte triunfando”, sino que exige mucha planeación.
Para ellos la máxima en finanzas personales de hacer un presupuesto es insoslayable, porque a la complejidad en sí que supone el organizar los gastos, se aúna el que no reciben ingresos de manera constante.
Si apenas estás por dar el salto a convertirte en trabajador independiente, un consejo que no debes dejar pasar: Empieza a ahorrar ya.
“Ejercita el músculo del ahorro. Aprende a administrar y a gastar menos de lo que ganas. Cuando sabemos cuándo nos va a llegar la quincena somos más confiados, entonces una buena forma de irse acostumbrando a las vicisitudes del autoempleo es el ahorro”, dice Sonia Sánchez, especialista en finanzas personales, autora del libro Diario de una oveja financiera y además, trabajadora independiente desde hace ya varios años.
La principal dificultad de ser freelance es que no se tiene un ingreso regular, lo cual hace mucho más complejo el tener una planeación financiera para enfrentar los pagos mensuales y los imprevistos.
“El dinero ni los clientes te van a llegar en el momento en el que tú lo esperas. Así que tienes que prepararte tanto mental como financieramente”, afirma Sánchez.
¿Cómo hacerlo? Con un fondo de emergencia. La recomendación de la especialista es que éste sea de al menos cuatro meses ya que tener un “colchón” de este tamaño te va a permitir tanto afrontar imprevistos como el que se le acabe la batería a tu auto y tengas que comprar uno nuevo, como el que no te lleguen nuevos clientes o no paguen los que ya tienes.
Ten presente que como todo lo que sube tiene que bajar y que es seguro que tendrás algunas temporadas de “vacas flacas”.
Así se hace
Andrew Blackman, un periodista independiente —que ha escrito sobre finanzas personales en el Wall Street Journal— elaboró una guía para hacer un presupuesto cuando eres freelance, y el primer paso es calcular un ingreso regular. Es decir, haz una lista de los ingresos que has tenido en el año y saca un promedio (considera los impuestos) sólo para poder realizar bien un presupuesto. Después de eso, elabora una lista de tus gastos fijos.
Tanto el promedio regular de tu salario como el monto de gastos fijos te ayudará a seguirle la pista a tu dinero y a entender qué es lo que tienes que cubrir y cuánto tendrás que trabajar. Y también, qué es lo que puedes recortar ese mes en el que tus ingresos no fueron tan altos. Aunque cubrir estos pagos no es suficiente.
“También es necesario ahorrar para el retiro, planear para emergencias y tener dinero disponible para vacaciones o bodas de mis amigos también es necesario”, explica Blackman.
Para que puedas darte esta vida, es necesario hacer proyecciones y en esto te puede ayudar una simple hoja de Excel, en donde puedas meter ingresos, egresos y las fechas en las que proyectas tus clientes van a pagarte. La recomendación es que hagas estas proyecciones lo más pesimista posible para que puedas tener tiempo suficiente para anticiparte y trabajar más.
El fondo de emergencia te va a ayudar para completar en los meses de vacas flacas y para poder darte unas vacaciones o alguna diversión grande. Calcula especialmente para estw último caso cierta cantidad y agrégala a lo que tienes que ganar al mes para que poco a poco vayas engordando este fondo.
Hay algo que un freelance tiene que tomar en cuenta: que lo máximo que tiene es su reputación. Y ésta puede hacerte ganar o perder miles. Debes ser un trabajador independiente que tiene palabra, que cumple los tiempos, que entrega lo que se le pidió. “Conviértete en la solución y no en el problema”, sostiene Sánchez.
Tu seguridad y tu vejez
Lo mismo aplica para el ahorro para el retiro, porque a diferencia de un empleado que se encuentra afiliado al IMSS, tú como trabajador independiente ni siquiera destinas 6.5% obligatorio que sí pagan los asalariados. Así que te tienes que hacerte cargo de tu vejez y de tus servicios de salud.
Para estos trabajadores existe la modalidad 40, la cual te da derecho a servicios del IMSS ya que te permite pagar tus propias cuotas, esto sólo si ya cotizaste al menos 52 semanas en el IMSS en algún momento de tu vida laboral.
Como trabajador independiente no tendrás derecho a pensión. En el caso de que hayas cotizado ya anteriormente, tendrás en tu Afore el dinero que hayas juntado hasta que dejaste de ser empleado. Así que necesitas empezar a ahorrar de manera adicional.
Un instrumento a través del cual lo puedes hacer es precisamente la Afore. Si nunca has tenido una, algunas te permiten registrarte de manera individual. ¿Cuánto tienes que ahorrar? Los que ya aportan obligatoriamente, lo hacen 6.5% de su salario. Pero ni siquiera para ellos que ya dan es suficiente. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha recomendado que habría que aumentar la contribución obligatoria a entre 13% o 18%, así que un porcentaje cercano podría ser una contribución al mes adecuada.
Aunado a la Afore, también puedes contratar un plan personal de retiro, que es un instrumento que te va a permitir ahorrar (y deducir lo que juntes) para cuando seas mayor.
También necesitas asegurarte. El seguro de gastos médicos es esencial y tienes que fijarte que tenga cinco coberturas básicas: un nivel de acceso medio a hospitales; una buena suma asegurada —no escatimes que esta suma no va a aumentar tu prima—; un deducible máximo de 30 mil pesos; un coaseguro de alrededor de 10% y un tabulador medio de honorarios de tus médicos, recomienda Eloy López, director del despacho Previsión Financiera Integral.
De manera adicional, necesitas un seguro de vida que te garantice que si no puedes volver a trabajar, quedes protegido con la cobertura de invalidez. Ahora sí, ya conoces lo necesario para planear tu libertad financiera.