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¿Qué piensa un joven cuando se le pregunta sobre su retiro? Éstas son las contestaciones de algunos: “No quiero pensar en eso”; “Sin cultura del ahorro como ahora, no será nada agradable cuando llegue el momento”; “Pienso que…jajaja :(”. Otros de plano, echaron mano de la ironía para enfrentar lo imprevisto del futuro: “El retiro no existe, es una mentira del sistema :)”; “Es un parque muy bonito” (la contestación de una estudiante mexicana que vive en Madrid, España, en donde su Chapultepec se llama El Retiro).
El ejercicio de preguntarles fue hecho sin rigurosidad metodológica pero con la intención de recabar algunas respuestas de estos jóvenes y demostrar que la realidad es abrumadora: esta generación —los millennials, aquellos que nacieron a partir de los 80 y hasta 2000, las fechas varían de acuerdo con los estudios— ni siquiera ha pensado en qué va a pasar cuando se haga vieja.
Para otra muestra, una cifra: De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Afore, seis de cada 10 jóvenes universitarios no ha pensado en lo que hará cuando llegue el momento de su retiro laboral.
“A ellos les da cierto miedo lo que viene, entonces no actúan”, explica Moisés Pérez Peñaloza, director de retiro de Invex Banco. Según esta misma medición, 61% no ha pensado en hacer un ahorro.
El problema de esto es que las condiciones en las que ellos se encuentran son muy diferentes (y más difíciles) a las que se enfrentaron sus padres. En definitiva, hay varias cosas que ellos tienen que saber para prepararse con anticipación, porque uno de sus mejores activos es el tiempo que tienen todavía para hacer algo al respecto. Así que si tú estás en este caso, esto seguro te interesa.
¿De cuánto es la pensión que voy a recibir? Si piensas esto, por desgracia, empezamos mal. No vas a recibir ninguna pensión como lo harán o lo hicieron tus padres.
Los trabajadores jóvenes (si trabajas tú ya lo haces) pagan las pensiones de los que ahora se están jubilando, pero nadie pagará la tuya porque la ley cambió en 1997. Si empezaste a cotizar en el IMSS después de esa fecha, tú vas a retirarte bajo el nuevo esquema, el cual sólo contempla darte para tu retiro lo que hayas juntado en tu Afore, en el caso de que estés cotizando y no estés por honorarios.
Si éste es tu caso, 6.5% de tu sueldo se va mes con mes de forma obligatoria a tu cuenta para el retiro. Y eso, más los intereses que hayas juntado durante todos tus años laborales, es lo que vas a recibir al final de tu vida laboral.
Lo que sucedió fue que nuestras autoridades se dieron cuenta de que no les alcanzaría para pagar las pensiones de todos y cambiaron el esquema al de “contribución definida”, el cual puede traducirse en que cada uno nos haremos cargo de nuestra vejez a través de lo que ahorremos gracias a una Afore. Ésta –a través de las Siefore–, invierte el dinero de los trabajadores en distintos instrumentos, sea de renta variable (acciones, por ejemplo) o de renta fija (como Cetes), para generar rendimientos y entregarle a los trabajadores al final de su vida laboral más dinero del que estuvieron ahorrando.
Lo que ahorras en tu Afore no te va a alcanzar. Los especialistas se han cansado de repetirlo durante los años que lleva operando este esquema: los “aforados” van a tener que ahorrar voluntariamente porque si no, se harán mayores y no tendrán el dinero suficiente para un retiro digno. Hay varias formas para que lo hagas. Si tienes Afore, puedes aportar voluntariamente, sea a través de domiciliación a alguna tarjeta de débito activándolo en www.e-sar.com.mx; aportando en tiendas de conveniencia con tu CURP (por ejemplo en un Seven Eleven); entrando a la página de tu Afore o depositando de forma directa en las oficinas de tu institución.
¿Cuánto sería lo adecuado ahorrar? Algunos expertos recomiendan entre 7% u 8% de tu sueldo, porque la realidad será dura si no lo haces: la consultora CMM hizo cálculos y aquellos que se retiren en 2035 (año aproximado en el que se empezarán a retirar los primeros que empezaron a cotizar bajo este esquema) si sólo contribuyen con 6.5%, van a recibir poco más de 20% de su sueldo.
Si crees que mejor lo gastas ahora porque puede que te mueras y ya no lo disfrutes... no vas bien. Es más fácil pensar en la gratificación instantánea pero ¡cuidado! porque seguramente vivirás más tiempo que tus padres.
La tendencia en México es que la esperanza de vida aumente. Entre 1990 y 2013, ésta aumento en promedio cuatro años, de 71 a 75, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque lo hace menos y al ritmo más bajo de los países agrupados en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Los hombres vivirán en promedio 73 años, las mujeres lo harán 78. Así que si eres mujer, tienes que poner doble cuidado en anticiparte y ahorrar para tu retiro, debido a que por desgracia, todavía ellas ganan menos que los hombres, y además, viven más.
Cuidado con los honorarios. Todo lo dicho anteriormente es para aquellos que están cotizando en una Afore, es decir, que tienen un patrón que los inscribió en el IMSS. Pero si tú estás por honorarios, y siempre has estado bajo ese esquema —el cual es desgraciadamente muy socorrido por las empresas actualmente con tal de evitarse las cuotas patronales— tienes que saber que no tienes ni siquiera el colchón de una Afore. Si no estás ahorrando voluntariamente a través de ningún esquema (sea un plan personal de retiro, un fondo de inversión, de menos en una cuenta de banco o al menos Cetes o pagarés de algún tipo) estás completamente desprotegido para enfrentar el futuro cuando seas mayor. Pero hay buenas noticias: Es posible que te inscribas como trabajador independiente en el IMSS, sólo tienes que pagar las cuotas correspondientes, que no son muy altas.
Si prefieres irte a la playa (porque la más cercana de ti seguro está a unas cuantas horas) que ahorrar para cuando seas viejo, lo estás haciendo mal. “A esta generación suele gustarle consumir a corto plazo y esto lo único que hace es restar el dinero del futuro”, explica Moisés. Hoy tienes un Iphone 6 pero cuando seas mayor ten por seguro que darías lo que fuera para que ese dinero lo hubieras ahorrado 30 años para que junto con los rendimientos, hubiera crecido.
Soñar no te va a servir de nada. Tampoco se trata de ser pesimista, pero si no actúas, no te ayudará para mucho. “Sueños sin acciones son buenas intenciones”, señala el experto en retiro. Si estás pensando en que cuando tengas 60 años te gustaría estar a pie de playa con un martini en la mano, necesitas empezar a trabajar en ello desde hoy. Según un estudio del sitio Nerdwallet.com, los millennials no podrán retirarse hasta que cumplan 75 años.
No preocuparte en absoluto por tus finanzas y sacar la tarjeta a la menor provocación no te va a llevar lejos. Salir con amigos, ir a conciertos y comprarse ropa está bien, pero con moderación y sobre todo con planeación. Nunca será suficiente repetir que es necesario tener un presupuesto y por supuesto, ceñirse a éste. De acuerdo con la encuesta sobre cultura financiera hecha por la UNAM, 87% de los jóvenes señala no tener un ahorro para su retiro. Seguro no quieres ser de esos a los que no les va a alcanzar cuando sean viejos. “Es necesario tener educación en finanzas personales. Porque si tomas decisiones de este tipo, no estás tomando decisiones que te ayuden realmente a mejorar tu patrimonio. El gran reto es que cuando les entreguen el dinero las Afores no van a saber qué hacer con él”, explica Pérez Peñaloza.
Disfrutar el aquí y el ahora y no ahorrar —porque es algo casi imposible— no es una buena filosofía de vida, es no preocuparte por tu yo del futuro. Para ahorrar consistentemente se necesita crear un hábito. Piensa que es un dinero que lo vas a disfrutar tú, nada más que dentro de unos años. Crear un hábito no es sencillo pero se necesita constancia. Hay una teoría que dice que si haces algo durante 21 días se convertirá en un hábito, pero la realidad es que se necesita más de este tiempo. Es necesario hacerlo una y otra vez aunque la motivación de inicio se esté perdiendo. El consejo para superar estos momentos difíciles, de acuerdo con Jason Selk (un coach de atletas, empresarios y demás profesionistas, el cual les ayuda a alcanzar sus metas) es superar este periodo de desmotivación ganando dos o tres batallas, según explica en una colaboración para Forbes.