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Comprar una segunda casa, un lugar para descansar los fines de semana o para pasar los últimos años de vida es una meta que puede ser realidad si la planteas adecuadamente. Es necesario planear, porque es un compromiso financiero que está muy lejos de ser de corto plazo, tanto por el mantenimiento y los gastos relacionados que tendrás en caso de que la adquieras, como por la hipoteca con la que te tendrás que comprometer si no tienes el dinero en efectivo para pagarlo.
Primero, necesitas preguntarte si una segunda casa hace sentido a tus finanzas, ya que por desgracia, conforme va pasando el tiempo (y los gastos parecen multiplicarse, porque no lo planeaste bien) tus impresiones pueden cambiar. “Muchos dueños de una segunda casa se quejan de que esta propiedad (incluido no sólo el precio de compra, sino los gastos adicionales) termina costando más de lo que alguna vez pudieron imaginar”, señala la consultoría Nolo en un documento dedicado a orientar al respecto.
No sólo se trata de comprar la propiedad, sino que es importante que consideres todos los gastos adicionales en los que tendrás que incurrir, tanto al momento de acondicionar el lugar, como en el largo plazo, por el mantenimiento, por ejemplo. Si no lo consideras de inicio, conforme va pasando el tiempo esta adquisición seguramente perderá su atractivo para ti.
El destino
Es uno de los aspectos más importantes a considerar antes de la compra. “Una casa con una ubicación mal escogida no va a servir para las metas de nadie. Un inversionista no puede venderla ni rentarla, un vacacionista no la va a disfrutar y un futuro jubilado quizá va a tener que modificarla”, señala Nolo, y pone el acento en la importancia de que hagas tanto una búsqueda exhaustiva en el mercado como definas con exactitud tus preferencias y necesidades.
Antes de comprar tienes que preguntarte, “¿cuál es la finalidad de esa casa de descanso?”, ya que esto te ayudará a ajustar tanto tus finanzas como el tipo de propiedad que tendrás que buscar, explica Roberto Esses, director ejecutivo de Inmuebles24. Por ejemplo, si ya eres mayor y eres abuelo, seguramente querrás que tus nietos tengan un lugar donde jugar y si tus posibilidades lo permiten, (aquí viene el análisis de tus finanzas personales) una alberca. Define cuáles son tus necesidades y después sal a realizar una búsqueda muy minuciosa.
Ya que estés analizando propiedades, hay ciertas cosas que tendrás que tomar en cuenta para elegir la correcta. Tener una casa de descanso justamente debe de cumplir ese propósito: el hacerte descansar. Los especialistas coinciden en que la ubicación es la clave. La distancia entre la ciudad en la que vives y esta segunda propiedad es un aspecto que debes considerar muy seriamente antes de decirte a comprar.
“Al comprar una casa de descanso se asume que se estará visitando constantemente, así que si está lejos se podría incurrir en costos muy altos”, explica Roberto.
Según Inmuebles24, cerca de 55% de las personas quieren una segunda propiedad a menos de 150 kilómetros de su ciudad de origen, mientras que lo más lejos es 400 kilómetros. Más lejos seguramente será más complicado y costoso que puedas ir.
Sobre el lugar también tienes que preguntarte cuál será el desarrollo urbano que va a tener en el futuro, si va a haber centros comerciales, hospitales y demás servicios, ya que esto le da plusvalía a la propiedad.
También es necesario que pongas mucha atención en los pormenores del lugar en el que vas a comprar. Si es nuevo y apenas están construyendo, atento con todos los detalles, porque muchas veces ahí está la diferencia.
“Muchas veces ves la maqueta y se ve muy bien el edificio, pero luego te dicen que van a hacer otros cincuenta edificios con la misma alberca”, sostiene Roberto.
El tipo de propiedad que compres es muy importante, ya que de esto van a depender muchas cosas, entre ellas, lo que gastes de hoy en adelante, porque una casa de descanso no sólo implica pagar el costo del lugar, sino el mantenimiento cada mes.
“Los costos y las demandas de tener una casa son diferentes de tener un departamento en un condominio. En éstos, generalmente los costos son menores porque los gastos de mantenimiento son administrados por una comunidad. Como sea, vas a tener que pagar mes con mes una cuota, así que debes considerarlo”, explica Nolo al respecto.
El financiamiento
Ahora bien, ya determinaste tus necesidades y ya escogiste una casa para vacacionar en consecuencia, ahora… viene el plan para pagarla. “Tener una segunda casa debe ser placentero, no la fuente de constantes tensiones financieras”, sostiene el sitio de asesoría financiera Money Crashers. Para que sea así, debes de fijarte un rango de precio y en este sentido, la recomendación es que el pago inicial, los costos de cerrar la transacción y el amueblar represente 33% del precio de compra. “Por ejemplo, si tienes 50 mil, tu rango de precio inicial debe ser entre 130 mil y 170 mil”, explica el sitio.
Además del rango, tienes que tomar en cuenta tu capacidad de pago. La recomendación es que a tu hipoteca no le dediques más de 30% de tus ingresos, así que si ahora todavía estás pagando la casa en la que vives, no es buena idea que te comprometas con otra hipoteca.
“Si no planeas bien, te vas a embarcar con un compromiso que no tiene sentido. Si ya tienes pagada tu casa actual, entonces tienes la libertad de invertir en una segunda, siempre y cuando la vivienda en la que vives te va a funcionar en los próximos 10 o 15 años”, explica el especialista de Inmuebles24.
Si vas a decidirte por una hipoteca para pagar esta segunda casa, recuerda que entre más alto sea tu pago inicial (al menos que sea de 20%, según recomienda Nolo), vas a conseguir mejores condiciones en el préstamo. Otra parte que tienes que considerar son los impuestos relacionados con la compra de una propiedad.
Una inversión
Shari Olefson, una abogada certificada en bienes raíces y directora del think tank Carnegie Group, explica algunos aspectos para considerar esta casa como inversión. Primero, que las bienes raíces son mucho menos líquidas que cualquier otra inversión, y esto se acentúa al hablar de casas vacacionales.
“Esto es doblemente cierto para este tipo de propiedades, las cuales son el primer activo en irse, lo que significa que la última cosa que te comprarán si los tiempos se ponen difíciles”, explica. Esto sin contar que los gastos y procesos que implica tanto la compra como la venta, suelen ser altos y tardados.
Una buena opción es la de rentar la propiedad los meses de temporada alta y utilizarla el resto del año, esto podría ayudar a pagar los gastos de mantenimiento del año con las ganancias generadas de este alquiler, aconseja el especialista de Inmuebles24.
Si este es el caso, tienes que tomar en cuenta que te vas a convertir en casero y esto implica el que tengas que buscar buenos inquilinos, preparar contratos ya sea de mediano o largo plazo y lidiar con las reparaciones, sostiene Nolo.
Los ocho sitios más buscados para adquirir una segunda propiedad, según Inmuebles24, son: Tepoztlán, Morelos; Valle de Bravo y Malinalco, Estado de México; Chapala, Jalisco; Toluca, Cuernavaca, Tequisquiapan, Querétaro y Cholula en Puebla.