A María le cayó el aguinaldo y a unos pocos días, ya había renovado guardarropa, se había comprado zapatos y varias bolsas nuevas porque aprovechó el “compre ahora y pague en febrero” de una tienda departamental. Lo que ella no leyó ni entendió bien fueron las condiciones de la promoción: se trataba de comenzar a pagar en febrero y a ciertos pagos fijos, pero con intereses. Así que para cuando llegó febrero su deuda ya había crecido (porque le cobraron los intereses de enero) sin que ella lo hubiera previsto.

“Fue horrible, me falló leer las letras chiquitas”, asegura. Ese año María no ahorró, ni invirtió, ni hizo otra cosa que preocuparse por la deuda que había crecido sin que ella se diera cuenta. El nombre está cambiado pero el caso es real y demuestra que la falta de planeación financiera nunca es una buena consejera a escuchar en estas fechas.

Desgraciadamente, pareciera ser una constante en el hábito de gasto de nuestro país. Según un ejercicio realizado por la agencia de investigación de mercados TNS, el aguinaldo primero se irá a regalos, ropa y calzado. El pago de deudas será la tercera prioridad.

Ya viene

Justamente esta prestación está a punto de llegar (el 20 de diciembre es la fecha límite legal) y antes de tener ese dinero en las manos, es necesario reflexionar al respecto. Las maneras de gastarla pueden ser muchas pero, por menos divertido que suene, tienes que pensar en ahorrar al menos 30% de esta cantidad que se recibe a fines de año, coinciden los especialistas.

“Aleja este porcentaje de tu vista y de tus manos porque esto te va a ayudar muchísimo a amortiguar la cuesta de enero. Es mandar un dinero al futuro, de hecho, entre más dinero puedas ahorrar, no vas a sufrir la cuesta de enero”, explica Sonia Sánchez Escuer, especialista en finanzas personales y autora de Diario de una oveja financiera.

Desgraciadamente no sabes cómo va a llegar a tu vida el mes de enero, así que necesitas anticiparte a cualquier eventualidad. De lo que se trata es de evitar la gratificación instantánea, es decir, de sentir que en cuanto cae el aguinaldo vivimos una abundancia y es momento para comenzar a disfrutarlo de inmediato.

“Aunque sepamos que es temporal, cuando tenemos dinero y llega la abundancia, nos confiamos. El switch de la escasez en el cerebro se apaga y sentimos que vamos a tener esta abundancia todo el tiempo”, explica la especialista en finanzas personales. Por supuesto, se acaba diciembre y viene enero y comienza la cuesta arriba que hay que subir.

Este 30% que ahorraste puedes destinarlo en para varios propósitos, ya sea invertirlo o ahorrarlo, o incluso ponerle un plazo a corto plazo como el pago de los útiles para los niños.

Aquí el punto es que seas tú el que decida qué va a suceder con ese dinero no que lo gastes sin pensar y luego te estés tronando los dedos porque te excediste en los gastos decembrinos y ahora te truenas los dedos en enero. “Siempre es mejor tener un guardadito, aunque no sepas en qué lo vas a usar, a no tenerlo. Cuando ya tienes ese dinero ahorrado, ya te sientes mejor gastando ahorita. Porque si no te vas a sentir culpable, porque dentro de ti sabrás que no
lo estás haciendo de manera ordenada”, explica la especialista.

Para que no llegue

¿Cómo hacer que la cuesta de enero nunca llegue? Si nos mentalizáramos a gastar en diciembre lo que gastamos en octubre, seguramente podríamos evitarla, explica Sonia.

Alan Gómez, director de retención de Principal Financial Group, explica que esta situación (el que el mes de enero se haga difícil de resistir financieramente) es ocasionado por la falta de planeación durante el mes de diciembre. “La mayor recomendación para unas finanzas personales sanas tiene que ver con hacer un presupuesto y comenzar a escribir lo que se va a gastar”, explica.

El especialista recomienda hacer una lista con dos columnas: en una escribir los gastos verdaderamente necesarios y del otro los que te gustaría hacer. Primero se debe iniciar a gastar en lo esencial y luego, continuar con la segunda columna. “Como no lo tenemos por escrito, pensamos que el dinero se reproduce, que es dinero extra y lo gastamos. Cuando volteamos se acabó diciembre y hay que pagar los gastos y el dinero se acabó”, asegura. Lo peor que se puede hacer es gastar sin pensar y dejarse llevar por la emoción, explica.

El otro 30% de este dinero que cae a final de año es recomendable que lo uses en pagar deudas si es que las tienes. Y justamente la mejor manera de acabar con las deudas que se tienen es aprovechar cuando se tienen cantidades más grandes de dinero.

La encuesta de temas financieros de Scotiabank señala justo que la mayoría tiene intenciones de usar el aguinaldo para pagar deudas (44%) lo cual de alguna manera es bueno (mejor que gastarlo en regalos, por supuesto, pero no tanto si se pretende destinar la totalidad de este dinero a pagar la deuda debido a que al menos una parte debe ser ahorro) pero las buenas noticias paran ahí. El resto pone como prioridad de gasto las compras navideñas (39%); los regalos de familiares y amigos (35%); la compra de ropa y calzado (33%) y hasta después el ahorro y la inversión (32%).

Tampoco se trata de sufrir. “No se trata de ser un grinch sino de tener un balance”, explica Sonia. Y sí, el otro 30% (o 40%) se puede ir a lo que quieras comprar en estas fechas, que también es necesario disfrutar de lo que ganamos.

Es un buen momento para hacer ciertas compras, explica Gómez, siempre y cuando éstas puedan generarte ahorros. “Si vas a cambiar el refrigerador por uno nuevo que te va a hacer ahorrar energía eléctrica, es una buena idea; si vas a comprar focos ahorradores, también, siempre que vaya a generarte un ahorro, es una buena opción”, explica el especialista.

Evita las equivocaciones

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) enlista la serie de errores más comunes que se cometen al gastar el aguinaldo. El primero es no presupuestar. Una gran parte de los mexicanos no lo hace, de acuerdo a varios estudios al respecto. “Elaborar un presupuesto, sobre todo cuando tienes ingresos extra, te ayudará a tener el control de tu dinero y de esta manera que no se te vaya de las manos”, sostiene la institución.

Otra cosa que tienes que hacer es poner en una balanza las compras antes de realizarlas. “Aunque está enmarcada en el dar y recibir, la navidad es la época perfecta para reflexionar si realmente necesitas adquirir productos prescindibles como un nuevo par de zapatos, la bolsa de moda o el aparato tecnológico más reciente”, explica la Condusef. No debes gastar todo el aguinaldo en este tipo de gastos.

La tercera alerta que lanza la institución es para que evites “dar el tarjetazo”. Recuerda que la tarjeta de crédito no es dinero extra. Es fácil usarla, pero debes tener cuidado porque tus compras pueden escapar de tus manos, para ello, evita cubrir gastos del día a día como comidas fuera, por ejemplo.

La última recomendación es que compres los regalos a tiempo porque suben de precio conforme la navidad se acerca.

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