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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
La Bolsa Institucional de Valores (BIVA) representará una competencia inútil para el sector bursátil y financiero mexicano, además existe la posibilidad de que no cumpla con las metas de subir hasta 30% el número de empresas listadas en el mercado, según expertos consultados por EL UNIVERSAL.
Jorge Sánchez Tello, investigador de la Fundación de Estudios Financieros (Funef), del Instituto Tecnológico Autónoma de México (ITAM), aseguró que como economista está a favor de la competencia; sin embargo, no todo tipo de competencia es buena, porque depende del tipo de jugadores en el mercado. “Pienso que es una competencia inútil, porque existen los medios para que cuando una empresa pequeña, mediana o una grande quiera cotizar en Bolsa, pueda ir a la BMV y listarse. Hay un procedimiento, los costos son muy competitivos a escala internacional, hay facilidades. Si no he querido cotizar con la BMV, con BIVA tampoco voy a hacerlo”, expuso.
De acuerdo con el investigador, existen razones fundamentales para tener un reducido número de empresas en la BMV: son pocas las compañías importantes o consolidadas en el país y hay empresas pequeñas y medianas que han decidido mantenerse como organizaciones privadas.
“Se puede alterar un poco el orden en el sistema financiero porque se puede bajar mucho la calidad de las compañías que cotizan”, agregó. Uno de los ejemplos del experto es la compañía tequilera José Cuervo, un corporativo que había decidido por varios años mantenerse como una firma privada, hasta que sus propios intereses y objetivos la llevaron a buscar financiamiento en el mercado de valores.
“Cuando no se quiere y no se ve un beneficio, aunque se diera gratis, no se acepta, no es un tema de precios, hay muchos factores para que una empresa tome la decisión de cotizar. Hay muchas compañías que dicen para qué me complico mi operación, para qué pongo la información de mi negocio a la luz pública”, abundó.
En la opinión de José Sánchez Tello, la primera regla para darle buenas expectativas a una nueva Bolsa de Valores es incrementar la demanda en el mercado, es decir, que haya más empresas que tengan la necesidad de financiarse a través de la bolsa y que además cumplan con los requisitos para obtener los recursos.
“Antes de abrir una nueva Bolsa de Valores se deben generar nuevas empresas, en especial en el sureste; se deben formalizar muchos negocios, pasarlos a la formalidad, y hasta después, mucho más adelante, con un sistema empresarial fuerte con más empresas grandes, probablemente sea necesaria la creación de más Bolsas”, apuntó.
Datos proporcionados por la BMV indican que en México hay 6 millones de empresas en el país, de las cuales, 20 mil participan en el sector bancario y sólo 350 participan en el mercado de capitales y deuda de la Bolsa. Además cerca de 90% de las empresas dentro de este mercado se concentran en Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco y Estado de México.
“Primero se tendría que fortalecer una Bolsa de Valores, para después abrir nuevas. El gran error y la falacia que se está cometiendo es creer que abriendo más bolsas, muchas empresas van a salir a cotizar, eso no es cierto”, aseveró
José Carlos Pérez, catedrático de la Universidad Anáhuac y socio de Avanza Capital, agregó que en la academia se han llevado análisis sobre esta nueva bolsa con la información disponible y, aunque están a favor de la competencia, tienen sus reservas sobre BIVA y sus estrategia para impulsar el mercado.
“Tenemos nuestras reservas de cómo van a incentivar el mercado, que las emisoras crezcan, esto es algo que la Bolsa Mexicana de Valores ha tenido en su mente en los últimos años, pero desafortunadamente no ha podido impulsar. Se debe saber cuál es su estrategia, sus expectativas y su forma para generar un entorno con más empresas públicas”, indicó.
El especialista detalló que las cerca de 150 emisoras que hoy están listadas en el mercado accionario de la BMV no son representativas de la economía mexicana, pero el problema no está relacionado con el número de bolsas, sino con la cultura financiera en México, donde las personas no han establecido un vínculo con el sector financiero y menos con el bursátil.
“Como asesor financiero, mi conclusión es que es un tema muy cultural, la competencia puede ser bienvenida, tal vez bajan los costos o se da un nuevo impulso, pero para mí el tema es meramente cultural, donde el requisito indispensable para ser público es el gobierno corporativo”, manifestó. El experto consideró que si la estrategia de BIVA es abaratar costos o temas tecnológicos para atraer a más participantes “se van a quedar cortos” en su objetivo por aumentar 30% de las empresas listadas en el mercado de capitales, porque es necesario trabajar el tema cultural.
En una entrevista reciente, BIVA dijo a esta casa editorial que su objetivo era crecer 30% en empresas listadas en los próximos tres años, pero también aclaró que este trabajo se lograría en conjunto con la BMV.
Para José Carlos Pérez, otro problema es el gobierno corporativo porque los empresarios tienen medio a revelar su información, además no reconocen que hay terceros interesados en la correcta administración de su compañía. Tampoco les gusta la transparencia y el tema de responsabilidad, añadió. En su opinión no es buena opción hacer una comparación con Estados Unidos, porque éste mercado es muy grande y tiene una cultura diferente a la de México.
“En Estados Unidos invertir en bolsa es todo un deporte, en México menos de 1% de la población con potencial de invertir en el mercado logra hacerlo, mientras que en el vecino país este porcentaje está arriba de 40%. Hay que agregarle las grandes tesorerías, los grandes administradores de fondos de pensión, las aseguradoras y los propios gobiernos”, aseveró.