El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó una petición de Exxon Mobil para que se le exonere de las sanciones que ese país impuso a Rusia y le permita reanudar las perforaciones en el Mar Negro.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, comentó este viernes en un escueto comunicado que el gobierno “no concederá dispensas a las compañías estadounidenses, entre ellas Exxon, para autorizarles perforaciones que están prohibidas en las sanciones actuales contra Rusia”.
Exxon no atendió de momento las solicitudes de The Associated Press para que hiciera declaraciones sobre el particular.
La decisión tiene lugar dos días después de que, de acuerdo con versiones de prensa, Exxon buscara una dispensa para reanudar su asociación con Rosneft, una empresa petrolera estatal rusa.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, fue director general de Exxon antes de integrarse en el gabinete de Donald Trump.
Mientras estuvo con Exxon, Tillerson cultivó vínculos cercanos con Rosneft y funcionarios rusos, entre ellos el presidente Vladimir Putin.
Además, el ahora secretario de Estado de EU se pronunció en contra de las sanciones impuestas en 2014, después de que Rusia se anexó la península de Crimea que pertenecía a Ucrania.
Las sanciones prohíben a las compañías petroleras estadounidenses transferir a Rusia tecnología avanzada para perforaciones más eficientes en yacimientos marinos y en las formaciones de esquisto.
Exxon Mobil dijo en documentos presentados a las autoridades competentes que las sanciones podrían causar pérdidas de hasta mil millones de dólares.
Exxon, con sede en Irving, Texas, reveló haber recibido tres dispensas frente a las sanciones durante el gobierno del presidente anterior, Barack Obama, para que efectuara actividades limitadas con Rosneft.
La compañía había solicitado en 2015 una dispensa para que le autorizaran efectuar perforaciones en el Mar Negro, de acuerdo con una persona enterada del asunto que solicitó el anonimato porque el proceso era confidencial.
Los detractores de Exxon pidieron al Departamento del Tesoro no dar dispensas debido a temores de que se daría nuevo impulso a las perforaciones en el Ártico ruso, una región ambientalmente sensible.