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Toyota invertirá 1.3 mil millones de dólares en su planta de Georgetown, Kentucky para fabricar el nuevo Camry modelo 2018.
“Esto forma parte del plan de Toyota de destinar 10 mil millones en EU en los próximos cinco años, además de los 22 mil millones que Toyota ha invertido en este país en los últimos 60 años”, dijo Jim Lentz, CEO de Toyota Motor Norteamérica.
La fábrica de Kentucky es la más grande de Toyota a escala mundial, emplea a 8 mil 200 personas y recientemente contrató a 700 trabajadores para producir el Camry 2018.
En el comunicado del anuncio de inversión, Toyota citó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“La decisión de Toyota es otra evidencia de que los fabricantes confían en que el ambiente económico ha mejorado durante mi administración y hace eco de la reciente encuesta de la Asociación Nacional de Fabricantes, donde 93% de ellos respondieron que están optimistas”, dijo Trump.
No obstante, los planes para fabricar el nuevo Camry no son nuevos.
En entrevista con Bloomberg TV, Wil James, presidente de la planta de Kentucky, dijo que la compañía comenzó los preparativos para la fabricación del nuevo Camry desde hace tres años, durante la administración del ex presidente Barack Obama.
Según Toyota, ésta será la primera planta en usar el nuevo sistema de producción Nueva Arquitectura Global de Toyota (TNGA), el cual reduce los costos de fabricación de un auto a través de innovaciones en ingeniería, ensamble de modelos en plataformas comunes y uso de partes comunes aprovechando a proveedores ya existentes. Además, permite producir vehículos más ligeros con un mayor consumo de combustible.
Toyota construye una planta en Apaseo El Grande, Guanajuato donde también se usará el TNGA para fabricar el Corolla, a partir de 2019.
La inversión en Kentucky comprende la actualización del equipo en la planta y la construcción de una nueva área de pintado. Esta planta contribuye con una cuarta parte de todos los vehículos que Toyota produce en Norteamérica.
El año pasado, Toyota fabricó más de 500 mil vehículos Camry, Avalon y Lexus ES en Kentucky.
En 2013, la compañía destinó 530 millones de dólares para soportar la producción de Lexus.
“Esta inversión es una prueba que va más allá del compromiso por fabricar autos hechos en Estados Unidos, los cuales están entre los de mayor calidad en el mundo. Es también un testamento del trabajo duro y la dedicación de los empleados de la fábrica y reafirma la confianza de Toyota en las ventajas de fabricar en Kentucky”, dijo el gobernador de Kentucky, Matt Bevin.