Los bancos que operan en México reforzarán este año sus medidas de seguridad para garantizar la identidad de sus clientes.
Muy pronto, una persona que quiera abrir una cuenta nueva deberá pasar por un proceso de validación de sus huellas digitales ante la base de datos del Instituto Nacional Electoral.
Para esto, todos los bancos del país han comenzado ya el proceso de instalación de lectores de huellas digitales. Con la medida, las autoridades buscan reducir el riesgo de delitos como robo de identidad.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jaime González Aguadé, informó que esta nueva disposición ya es del conocimiento de los bancos y en breve se dará a conocer una versión pública en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
Si bien la aplicación de biometría no es nueva entre los bancos mexicanos, pues firmas como Banco Azteca desde sus orígenes hace 15 años ya utiliza lectores de huellas digitales, es el siguiente paso en seguridad que el sistema bancario mexicano comenzará a adoptar desde este año en operaciones financieras con contacto físico con los clientes.
En tanto, los bancos también enfrentan el reto de garantizar las operaciones en dispositivos móviles, medio con una creciente adopción principalmente entre la población más joven del país.
Sobre el tema, BBVA Bancomer informó hoy que este mes identificará a los usuarios de sus banca móvil a través del reconocimiento facial; es decir, se tomarán una selfie para acceder a sus servicios financieros desde su teléfono.
Desde el año pasado, firmas como Banorte fueron pioneros en México en la identificación de rostro para permitir el acceso a su aplicación móvil en dispositivos móviles.
La evolución de las medidas de seguridad de la banca en operaciones con sus clientes has pasado de las viejas máquinas de rodillos con las que se calcaba el número de tarjeta de crédito y el nombre del cliente en un voucher como comprobante de compra, así como la adopción de bandas magnéticas y el chip inteligente integrado a los plásticos para reducir la posibilidad de fraudes como la clonación de tarjetas.
Además del reconocimiento de huellas digitales, voz, rostro o el iris de los ojos de los usuarios, la tendencia que ya ha comenzado a llegar a México es el pago sin contacto, con el cual se aproxima una tarjeta o un dispositivo móvil a un lector que reconoce el comprobante de pago y autoriza la compra.