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La industria mexicana no cederá a presiones que terminen en un “mal” acuerdo azucarero durante la tercera renegociación de dicho convenio entre México y Estados Unidos, e incluso, “no pasará nada a los productores mexicanos si no se llega a un arreglo, pues EU saldría más afectado”, dijo el presidente de la Cámara Nacional de las industrias Azucarera y Alcoholera, Juan Cortina Gallardo.

Esta tercera renegociación del acuerdo azucarero, por el cual desde el ciclo 2014-2015 los exportadores mexicanos se deben de sujetar a un volumen máximo de exportación y a precios mínimos, debe concluir el 1 de mayo próximo, por cuestiones legales en EU, dijo el empresario.

Las negociaciones del azúcar serán un “importante barómetro” para medir cómo se podría dar la discusión con EU respecto al TLCAN.

“Vamos a ser firmes y tenemos una línea muy clara de lo que no estamos dispuestos a aceptar, pero también estamos abiertos al diálogo y a que haya un acuerdo benéfico para ambos países”, añadió Cortina.

Advirtió que si se incrementan las restricciones a la entrada de azúcar mexicana a EU, pedirán al gobierno federal que haga lo mismo con las importaciones de fructosa estadounidense y que se negocie la venta de endulzante nacional en Europa.

Dijo que los productores azucareros mexicanos tienen claro que no permitirán que la renegociación termine por convertir a los agroproductores mexicanos en los proveedores de azúcar cruda a EU y que sean los refinadores estadounidenses quienes procesen el endulzante.

Para Cortina Gallardo, es necesario que en esta renegociación no sólo se toque el tema del azúcar, sino que también se incluya la fructosa.

“Que quede claro que no nada más es un tema de azúcar, es de edulcorantes. Si no nos van a dejar mandar azúcar a Estados Unidos, es evidente que la posición de esta cámara y del país tiene que ser de firmeza total en detener la entrada de fructosa que importamos de EU”, comentó.

En el sector azucarero se requiere certidumbre para invertir y renegociar el acuerdo en varias ocasiones dificulta la planeación a largo plazo.

De no haber acuerdo, entonces se requeriría abrir nuevos mercados, afirmó. Por ejemplo, se podría pedir un cupo de exportación a la Unión Europea de 600 mil toneladas.

Expuso que hay incongruencia en la autoridad estadounidense, porque de octubre de 2016 a los primeros meses de 2017 dijeron que reducirían sus requerimientos de azúcar mexicana a 800 mil toneladas, pero el jueves pasado aseveraron que necesitarían un millón 200 mil toneladas.

El anuncio se dio tres semanas después de que el Departamento de Comercio de EU pidió a México no seguir exportando azúcar para no rebasar 55% de los 870 mil toneladas que podrían exportarse de octubre de 2016 a marzo de 2017.

El empresario aseveró que “el abasto en México este año está garantizado, vamos a tener una producción cercana a 6.1 millones de toneladas de azúcar. El consumo que tiene nuestro país de azúcar es de 4.4 millones de toneladas, con lo cual nos están sobrando más de un millón 800 mil toneladas de azúcar, la cual se exporta a diversos mercados, principalmente a Estados Unidos”.

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