Los Reyes Magos sufrieron las consecuencias del superdólar y la inseguridad este fin de año.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), los empresarios del sector esperaban una alza de 4% en promedio para los precios de sus productos.
Lo anterior, a causa del aumento en sus costos tanto por la depreciación del peso frente a la divisa estadounidense como por un aumento "brutal" en la inseguridad que ha generado gastos adicionales.
“El dólar básicamente nos pegó en los costos alrededor de 4%. En esta industria todos los pedidos los hacemos en febrero y marzo, es una de las razones por las que el incremento no fue tan alto, pero para 2017 probablemente la siguiente temporada habrá un impacto mayor si continua en estos niveles”, explicó Miguel Ángel Martín, presidente de la Amiju.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el directivo detalló que las materias primas en dólares no tuvieron un repunte tan importante en la primera parte de 2016, además de que no todos los insumos usados en la industria están dolarizados. También consideró que la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos representa una oportunidad para mirar a otros mercados.
“Es una oportunidad para plantearnos nuevos retos, buscar la competitividad y salir a otras partes del mundo. El norte no es el mundo y debemos desarrollar nuevas ideas. Es un impacto que sí estamos conscientes de que se sentirá, el señor (Trump) habla mucho pero estamos acostumbrados a ver ese tipo de personas”, indicó.
Para 2016 la Amiju estimó un crecimiento de entre 6% y 7% en las ventas totales de juguetes en el país, para totalizar hasta 2 mil 500 millones de dólares en ingresos, contra 2 mil 200 millones reportados el año previo. En México existen cerca de 200 talleres jugueteros a escala nacional, aunque unas 10 empresas concentran más de 90% del mercado.
Miguel Ángel Martín descartó una afectación en las ventas por el incremento en precios y aseguró que esta temporada resienten diversos impactos por la importancia para las familias, por lo que en los últimos cinco años ha mantenido un crecimiento promedio de entre 5% a 6% por encima del dinamismo del Producto Interno Bruto (PIB).
“Hay una demanda estacional que se mantiene por el nivel de población, no hay un crecimiento brutal, pero unos consumidores van entrando y otros saliendo. También hay aumento de ventas por el desarrollo de nuevos productos y aunque los crecimientos son pequeños, muestran fortaleza, y no hay caídas”, puntualizó.
Pese al dinamismo en el sector juguetero, el directivo reconoció que existen zonas con altos niveles de inseguridad del país que afectan de manera directa a los jugueteros como las vías de comunicación de la Aduana en Manzanillo hasta la Ciudad de México, aunque también hay rutas peligrosas desde el centro del país hacia el sureste en estados como Oaxaca y Guerrero.
“La inseguridad es brutal. Hay un tema de seguridad y pobreza en el país, pero la inseguridad ha llegado a niveles altos, es muy preocupante porque requiere de tiempo, dinero y esfuerzo, el costo es altísimo para las empresas. Es difícil estimar cuánto se han elevado los costos, pero se han contratado guardias, escoltas armados, que vigilen adelante y atrás un tráiler, pero aun así hay robos”, destacó.
La tendencia para el presente año apunta a mantener los mismo niveles de inseguridad o incluso incrementarlos, pero la Amiju espera una reacción del gobierno federal y de los estados para normalizar la situación.
TLCAN
Sobre una eventual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Miguel Ángel Martín, quien también dirige la empresa Industrias Plásticas Martín, precisó que México registra exportaciones de mil 300 a mil 400 millones de dólares en promedio cada año, de las cuales 70% son destinadas a Estados Unidos.
“Las empresas norteamericanas diseñan e inventan sus productos en Estados Unidos, por ejemplo, Disney, pero todo se fabrica en Asia. De cada 10 juguetes que entran a México, seis a siete son de importación”, dijo.
El directivo aseguró que una renegociación de TLCAN en esta industria afectaría en todo caso a las empresas estadounidenses.