West Palm Beach/ Washington.— El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer que está dedicando parte del Día de Acción de Gracias a intentar convencer a un fabricante de aire acondicionado de Indiana para que no traslade su negocio a México, cumpliendo su promesa electoral de detener el flujo de empleos al extranjero.

Trump, quien está reflexionando también sobre los nombres que integrarán el gabinete durante su retiro familiar en su complejo de golf Mar-a-Lago de Florida, dijo en Twitter que está “trabajando duro, incluso en Acción de Gracias, para que Carrier A.C. Company se quede en EU (Indiana). AVANZANDO. ¡Se sabrá pronto!”.

Carrier Corp, una división de United Technologies Corp, respondió en la misma red social que la compañía mantuvo “discusiones con el gobierno entrante”, pero no tiene “nada que anunciar”.

Un representante de la firma no tuvo nada más que añadir al ser consultado.

Con anterioridad en el año, la empresa anunció el traslado de mil 400 empleos desde Indiana a México, refiriéndose a un marco
temporal de tres años para completar el cambio.

El gobernador republicano del estado, Mike Pence, elegido más tarde por Donald Trump como su vicepresidente, criticó la decisión de la empresa con asiduidad durante la campaña electoral.

Trump convirtió la decisión de Carrier en parte de su ofensiva contra los acuerdos comerciales que, en su opinión, son desfavorables para los estadounidenses, y de su promesa de campaña de traer de vuelta a territorio de Estados Unidos los trabajos dentro de ese sector de manufactura.

El presidente electo de Estados Unidos aseguró que gravaría los equipos de aire acondicionado de
la compañía que fueran enviados de vuelta para su comercio en
el país. Reuters

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