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La industria automotriz en México está preparando una estrategia de defensa ante la renegociación del TLCAN como lo plantea el presidente electo de Estados Unidos (EU), Donald Trump.
“No hay una preocupación, hay una ocupación para realizar esta renegociación. Estamos trabajando con la Secretaría de Economía, Banco de México y el SAT para organizar una estrategia de defensa y de ofensiva porque tenemos mucho que aportar, estamos muy fuertemente vinculados”, dijo Oscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Explicó que si EU trata de sustituir las importaciones de autopartes provenientes de México o de otros países o pretende fabricarlas en territorio estadounidense, las armadoras en el país vecino no podrían fabricar vehículos con un precio competitivo.
“No es económicamente viable fabricar muchos de los componentes que hoy fabricamos en México en Estados Unidos, por el alto contenido de mano de obra que tienen. Renunciar a nosotros y que se lleven la manufactura de esos componentes a EU es producir automóviles más caros para los americanos”, indicó Albín.
INA destacó que 80% de las materias primas que México importa para fabricar autopartes vienen de EU, como acero y textiles.
Albín explicó que Japón y Corea tienen a Tailandia como su proveedor de componentes de bajo costo; Alemania, a Europa del Este y Turquía, pero si México deja de ser el proveedor de autopartes de bajo costo de Estados Unidos y Canadá, no podrán competir con esos países.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, destacó que el sector permitió el crecimiento del comercio industrial en Norteamérica, donde EU es el mayor proveedor de autopartes en México y viceversa.
“Hoy en día un auto que se fabrica en México y uno que se fabrica en EU tienen un componente importante de partes de ambos países”, dijo.
En 2015, México exportó 43 mil 500 millones de dólares en componentes a Estados Unidos; mientras que éste envió al país 24 mil millones, más de la tercera parte de lo que exportan al mundo en autopartes.
El presidente de AMIA agregó que la producción de automóviles en EU se ha mantenido en un nivel de 12.2 millones de vehículos al año desde que se firmó el TLCAN, por lo que no han perdido capacidad productiva.
En caso de que EU quiera aplicar aranceles a las autopartes mexicanas, INA dijo que tendrían que ser de 2% sobre el valor agregado de los componentes, porque la materia prima es en su mayoría estadounidense.
Y para los autos, el arancel tendría que ser el de la nación más favorecida como ordena la OMC que es de 2.5%, el cual pagan los autos que se importan de Japón y Europa, indicó la AMIA.
Ford, una de las empresas más atacadas por Trump por invertir en México, comentó que las cadenas de producción y suministro están profundamente integradas en los tres países y esa integración apoya los empleos estadounidenses, por lo que creen que “las políticas correctas prevalecerán porque todos quieren una economía estadounidense fuerte”.
La compañía agregó que el TLCAN, particularmente para el sector automotriz, ayudó a que el hemisferio norte fuera más competitivo dentro de una economía global ferozmente competitiva.
BMW y Volkswagen coincidieron en que van a mantener sus inversiones en el país, a pesar de posibles cambios al TLCAN.