Más Información
Extinción del Inai; Adrián Alcalá pide a legisladores garantizar protección de datos y acceso a información
FOTOS: "Estábamos abriendo la bodega cuando nos sacaron los militares"; trabajadores narran operativo en plaza de izazaga
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
Taddei insiste a Morena que se necesitan 13 mmdp para elección judicial; acuerda revisar presupuesto de nueva cuenta
miguel.pallares@eluniversal.com.mx
Varias organizaciones sociales coincidieron en que la cadena de cafeterías Starbucks comercializa productos con alto contenido calórico en México, pero las bebidas preparadas en sus puntos de venta no pagan el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), incluso al tener más calorías en comparación con un refresco.
Dentro de la Ley del IEPS se establece que las bebidas preparadas en restaurantes, bares y otros lugares están excluidas de pagar el impuesto de un peso por litro como los refrescos, pero El Poder del Consumidor y Fundación Mídete reconocen una “laguna” para casos como Starbucks.
La empresa mexicana Alsea, operadora de Starbucks en México, no quiso abundar sobre el detalle del pago de sus impuestos y se limitó a mencionar que “cumple en tiempo y forma con todas las obligaciones fiscales”.
Productos calóricos. El Poder del Consumidor, un organismo mexicano que ha propuesto incrementar el impuesto de 1 a 2 pesos por litro de refrescos a partir de 2017, comentó que el gobierno ha puesto atención en firmas grandes, pero es importante evaluar casos como el de Starbucks en la negociación del paquete económico.
“Hay bebidas que tienen contenidos de azúcar mayores a un refresco y los ingredientes ya vienen preparados, entonces se justifica una reflexión de este tema”, comentó Alejandro Calvillo, director de la asociación civil.
Hasta junio de 2016, Alsea operaba 736 Starbucks en cuatro países, de los cuales México representaba el de mayor penetración, con 538 establecimientos. La empresa cuenta con un plan de expansión que incluye abrir 50 nuevas cafeterías cada año y este tipo de negocio representa cerca de 22% de sus ingresos consolidados.
“De lo que hemos platicado con las autoridades es que se debe de considerar que ciertos productos deben estar gravados, el problema es que un capuccino pueden ofrecértelo con crema o sin crema, eso lo vuelve complicado, pero debería de analizarse”, explicó Luis Encarnación, director de Fundación Mídete.