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Con la reforma a la Ley de Inversión Extranjera que empezó a operar a partir de junio de 2014, Cuba abrió las puertas al capital foráneo en sectores estratégicos. El gobierno de ese país busca detonar la inversión en 13 sectores, principalmente, turismo, energía, construcción y remodelación de vivienda, transporte y el industrial.

Con esta ley, Cuba creó un esquema legal para abrirse paulatinamente al comercio internacional.

“En esta ley tienes como inversionista una base fundamental: tu certidumbre jurídica. ¿Por qué? Porque la gente se pregunta ¿cómo voy a invertir en Cuba, será que me van a expropiar?”, mencionó la presidenta de la Cámara Binacional de Negocios México-Cuba, Beatriz Barreto.

La presidenta de la cámara explicó que junto con dicha ley se estableció una cartera de 300 proyectos de inversión en diferentes sectores. Y México es uno de los países con mayor potencial para incursionar en Cuba.

El año pasado, México exportó 356.2 millones de dólares en diversos productos a la isla, pero se estima que el país puede vender entre 900 y mil 300 millones, según la cámara.

No sólo se trata de exportar productos sino de invertir en proyectos específicos como la zona turística de Puerto de Mariel, que está cerca de La Habana, tiene una extensión de 465.4 kilómetros cuadrados y es la nueva cara de Cuba ante la inversión extranjera.

En esta parte se desarrollan proyectos productivos-económicos con alta tecnología y sustentabilidad ambiental, un parque ecológico, extracción de petróleo, servicios logísticos y de transporte, actividades portuarias y agroalimentarias, entre otros. Además, es una de las zonas que mayores incentivos fiscales da a los inversionistas.

“Mariel tiene 0% de impuesto sobre utilidades durante 10 años y excepcionalmente por un periodo superior; 0% de impuesto por la utilización de fuerza de trabajo; 0% de impuesto sobre ingresos personales a socios o partes durante el primer año de operaciones y posteriormente el 1%; y los contratos de asociación económica internacional para la administración hotelera, productiva o de servicios y la prestación de servicios profesionales están exentos”, detalló Barreto.

La cámara ha tenido acercamientos con 140 empresas mexicanas interesadas en invertir en la isla, de las cuales, 5% podría concretar una inversión en forma en poco tiempo.

Los interesados en invertir en la isla van desde pequeños productores de mole, restaurantes independientes ubicados dentro de viejas casonas; proveedores de mantelería y artículos para cuidado del cuerpo en los hoteles; hasta grandes empresarios de la industria de la construcción o comercializadores de autopartes.

“Cuba tiene recurso humano, personal altamente calificado; el nivel educativo es bueno, hay cero analfabetismo y eso es muy importante para cualquier país que aspire a invertir; estándares de seguridad elevados; y los niveles de salud de la población altos”, destacó la presidenta de la Cámara Binacional de Negocios México-Cuba.

La Ley de Inversión Extranjera en Cuba ofrece tres modalidades de inversión para los empresarios: compañía mixta, contratos de asociación económica internacional y empresas de capital 100% extranjero.

En la empresa mixta, una compañía cubana se convierte en sociedad anónima con accionistas locales y extranjeros, con oficinas, sucursales o filiales en Cuba o fuera del país.

Los contratos de asociación económica internacional son acuerdos entre inversionistas cubanos y extranjeros sin constituir una persona jurídica distinta a las partes. Y la empresa de capital extranjero es una entidad mercantil extranjera sin ningún inversionista cubano.

Barreto agregó que los inversionistas extranjeros pueden vender o trasmitir sus derechos al estado cubano, a sus socios o a un tercero cuando quieran, con previa autorización gubernamental.

Además, también se pueden repatriar las utilidades de firmas extranjeras en cualquier divisa, sin pago de tributo u otro gravamen.

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