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El 70% de las compañías en México justifican prácticas irregulares como manipular contabilidad, incumplir contratos y reconocimiento anticipado de ingresos, indicó la 14a Encuesta Global de Fraude y Corrupción elaborada por EY.
“En México estamos haciendo presiones de carácter económico y financiero para llegar a las metas”, explicó Ignacio Cortés, socio líder de EY.
El estudio incluyó 2 mil 825 entrevistas a directores financieros, jefes de auditoría y de áreas legales, dentro de las cuales 50 cuestionarios se realizaron en México y una cifra similar en otros 61 países. A los directivos se les preguntó cuáles actividades pudieran justificar para cumplir objetivos empresariales.
En México, los ejecutivos reconocieron que sus compañías aceptan los cambios de supuestos de valuación y determinación de reservas como ingresos, cuentas por cobrar, impuestos, gastos, riesgo de crédito o depreciaciones, así como la extensión del periodo del reporte mensual y el reconocimiento anticipado de ingresos.
Otras prácticas fueron el incumplimiento de contratos y prácticas de devolución más recurrentes.
“Estamos hablando de un entorno en donde se puede llegar a maquillar la rentabilidad de los estados financieros para alcanzar cifras contables”, añadió Cortés.
En comparación con América Latina, México aparece como un mercado con alta aceptación de este tipo de prácticas, que al final pueden derivar en fraude, ilegalidades y otros problemas. En la región, 23% de empresas justifican actos irregulares y en los mercados emergentes 46% de las compañías.
“El fraude se comete por tres motivos: una falla de control o lagunas en el control interno; porque haya una racionalización del fraude y por presión o incentivo para cometer esta actividad”, puntualizó.
De acuerdo con el estudio de EY, la percepción de prácticas de soborno y corrupción en el país también han aumentado en los últimos dos años. En 2016, 82% de los corporativos consideran que estas prácticas son habituales en sus empresas, cifra al 64% registrado en 2014.
“Estamos conscientes de que existe corrupción y que es una práctica habitual”, agregó el directivo.
El crecimiento en la percepción negativa en México estuvo por encima de mercados desarrollados y emergentes, así como de la región de América Latina.