La reunión del Consejo de Supervisión de Volkswagen comenzó hoy en su sede en Wolfsburgo con el objetivo de acabar con la disputa sobre las millonarias bonificaciones de los directivos y deliberar sobre las cifras centrales de su balance anual de 2015 tras el escándalo de emisiones. Los veinte miembros que componen el gremio de control del gigante automotor alemán se reúnen después de que el jueves VW y las autoridades medioambientales de Estados Unidos llegaran a un acuerdo extrajudicial para compensar a los propietarios de automóviles diésel con motores manipulados para simular menores emisiones de gases contaminantes.
VW ha separado 16.400 millones de euros (18.500 millones de dólares) de su balance de 2015 para cubrir los costos relacionados con el escándalo de la manipulación de emisiones en sus unidades, según informaciones a las que accedió dpa en base a fuentes fidedignas.
El fabricante de automóviles más grande de Europa se enfrenta de esta forma a la mayor pérdida anual en la historia de la compañía. La cifra es, de todas formas, menor a lo que estimaban algunos expertos, que hablaban de hasta 30.000 millones de euros. En 1993, la automotriz alemana había registrado un déficit de 1.940 millones de marcos, es decir, alrededor de 1.000 millones de euros. Otras pérdidas en los 80 y 90 fueron menores. Sin embargo, en ese entonces la empresa no tenía la dimensión que tiene ahora: un emporio de 12 marcas, con uno de los bancos más grandes de Europa y unos 600.000 empleados en todo el mundo.
La manipulación de motores de Volkswagen salió a la luz en Estados Unidos el año pasado. La automotriz acabó admitiendo en septiembre que había trucado los motores de unos 11 millones de autos en todo el mundo, de ellos unos 8,5 millones en Europa. El fraude ha sumido al segundo mayor vendedor de coches del mundo en la peor crisis de su historia y le costará miles de millones de dólares por multas y demandas legales.
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