El peso mexicano extendió el aumento desde un mínimo récord después de que el gobierno y el banco central anunciaran medidas fundamentales para apuntalar la moneda, mientras que algunos estrategas mantenían el escepticismo en relación a la efectividad de las medidas.

El peso llegó a avanzar 1.3 por ciento, a 18.1321 por dólar, tras un aumento de 2.8 por ciento registrado el miércoles, el mayor desde 2011, después de que las autoridades mexicanas anunciasen recortes presupuestarios, un aumento en la tasa de interés y una nueva política de intervención monetaria. Morgan Stanley recomendó vender el peso cuando se fortalezca por encima de 18.

Las medidas de política monetaria pueden ayudar a bajar la volatilidad en el tipo de cambio “pero no cambiarán el rumbo”, escribieron analistas de Morgan Stanley encabezados por Luis Arcentales en Nueva York en un informe fechado el 17 de febrero. “Seguirá siendo la forma más líquida de expresar una visión corta sobre los mercados emergentes”.

En un inusual anuncio coordinado hecho el miércoles, el gobernador del banco central, Agustín Carstens, y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijeron que los costos crediticios subirán 0.5 puntos porcentuales, a 3.75 por ciento, en tanto mencionaron el riesgo de que la depreciación de la moneda alimente la inflación. El Banco de México también dijo que sustituiría un programa de subastas diarias de dólares con un plan para vender la moneda estadounidense directamente a los bancos siempre que sea necesario para apoyar la moneda.

Si bien la reforma de las subastas en dólares llega después de que Morgan Stanley instara a realizar ventas discrecionales la semana pasada como forma más efectiva de protegerse contra caídas de la moneda, los analistas se mantenían escépticos.

El peso subía 1.1 por ciento y llegaba a 18.1690 por dólar este jueves a las 11:16 en Londres. La moneda se hundió y rompió un récord a 19.4448 por dólar hace una semana y cayó 18 por ciento durante los últimos doce meses en tanto una depresión en los precios del petróleo perjudicó las finanzas públicas de la segunda economía más grande de América Latina.

Prueba

El apoyo al peso brindado por el banco central probablemente sea puesto a prueba en los próximos días, aunque sus 175 mil millones de dólares en reservas de moneda extranjera y una línea de crédito de 65 mil millones de dólares con el FMI implican que hay un “alcance razonable para una intervención efectiva sin causar alarma respecto a los niveles de las reservas”, escribieron los analistas de Morgan Stanley.

Ellos también dijeron que las nuevas medidas de política económica no afectan su visión alcista de las tasas mexicanas y que deberían traer cierta confianza a los bonistas extranjeros, que estaban adquiriendo coberturas a un costo de 3 a 4 por ciento anual o incurriendo en fuertes pérdidas monetarias de no hacerlo.

“No hemos visto señales de capitulación de parte de los bonistas extranjeros, y podría decirse que México sigue siendo uno de los mercados locales overweight más populares”, escribieron los analistas.

erp

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