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La industria textil cerró 2015 con pedidos cancelados, pero no por falta de ventas, sino porque sigue entrando al país mercancía subvaluada que desplaza a la nacional, a pesar de las medidas que implementó el gobierno para frenar ese tipo de importaciones.

El problema es que los infractores encontraron otra manera de evadir los controles, advirtió el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), Alfonso Juan Ayub.

A pesar de la subvaluación, los controles implementados permitieron al gobierno aumentar su recaudación a 3 mil millones de pesos en el primer semestre del año, pero hace falta complementar las acciones, dijo el empresario.

Pese a ello, el PIB textil podría cerrar 2015 con un crecimiento de 2% y el del sector confección con un alza de 5%, luego de que en 2014 ambos sectores se contrajeron en 3.1% y 3%, respectivamente. Para 2016 la situación podría ser similar a la prevista para este año, pero podría haber decrecimiento o hasta “una debacle”, de no consolidarse las medidas de combate a la ilegalidad y procuración de justicia.

Los textileros han sabido de casos de importaciones temporales asiáticas, principalmente chinas, que llegan al puerto de Manzanillo, salen a Estados Unidos y “se dan la media vuelta” y entran a México nuevamente como originarias de América del Norte.

“El tema más importante es la falta de Estado de derecho, porque podemos inventar programas, sistemas o descubrir cosas, pero si una persona comete un ilícito fingiendo que es importación temporal y no hay sanción a esos infractores y defraudadores, no hay programa que sirva. Mientras no se cierre la pinza con la procuración de justicia esto va a seguir”, dijo en entrevista Juan Ayub.

En febrero de 2015 entraron en vigor los precios estimados y el 9 de marzo del mismo año los permisos de importación, así como la exigencia de inscribirse en el padrón sectorial textil. Esas medidas permitieron que se bajara la subvaluación de 19% a 10%, pero nuevamente subió a 12% o 16%, expuso.

Una de las situaciones que se observa es que junto con el aumento de telas subvaluadas hay un incremento de cancelaciones de pedidos, lo que no tiene lógica si suben las ventas de confecciones en el país. Ante ello, la explicación es que está entrando tela ilegalmente al país, aunque los industriales del sector no han identificado exactamente qué se está haciendo para cometer prácticas desleales porque “es una red muy complicada”, dijo.

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