Negocios

“En la industria automotriz somos referente y el que más aporta al PIB”

La compañía tiene planes de expansión para mantener el ritmo de producción y exportación

Ernesto Hernández, director general de GM de México (CRISTOPHER BLANQUET. EL UNIVERSAL)
09/11/2015 |01:42
Sara Cantera
Reportera de la sección CarteraVer perfil

sara.cantera@eluniversal.com.mx

Con 80 años de historia, General Motors de México (GMM) ha sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial, a modificaciones al decreto automotriz, a la apertura económica que incrementó de cinco a 40 marcas automotrices la oferta en el mercado, y al cambio generacional de los consumidores que los obliga a invertir más en tecnología, pero a pesar de estos cambios, la armadora se mantiene como la que más invierte en el país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, con motivo del 80 aniversario de la compañía, Ernesto Hernández, presidente y director general de GMM, destacó que tan sólo en los últimos dos sexenios la empresa invirtió 11 mil millones de dólares para ampliar sus operaciones en diferentes plantas.

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La compañía tiene planes de expansión sin que esto signifique la apertura de una nueva planta, sin embargo, la intención es mantener el ritmo de producción y exportación.

El año pasado, GMM ocupó el segundo lugar en producción automotriz después de Nissan Mexicana con la fabricación de 553 mil 502 vehículos, en las cuatro plantas ubicadas en Toluca, Ramos Arizpe (Coahuila), Silao (Guanajuato) y San Luis Potosí.

Para la corporación, México es el cuarto país con el mayor volumen de producción. Las operaciones en territorio nacional contribuyen con el desarrollo de paneles de puertas y materiales de aislamiento para la compañía a escala internacional.

En términos de ventas, el Aveo es el auto más vendido en México y no es el primero con una historia de éxito, la empresa ha comercializado modelos como el Chevy, Cavalier, Sunfire, Malibu y el Citation con mucha aceptación en el mercado.

Además, GMM emplea a 15 mil personas de manera directa y compra 14 mil millones de dólares al año a proveedores mexicanos.

¿Cuáles han sido los mayores retos para la compañía en estos 80 años?

— La empresa pasó por la Segunda Guerra Mundial, donde el gran reto fue mantener en operación una planta fuera de Estados Unidos y se tomó la decisión de conservar la plantilla laboral y expandir sus líneas de producto a través de AC Delco, la línea de refrigeradores Frigidaire y el mantenimiento de ferrocarriles, poca gente sabe que con eso pudimos mantener la planta en operación.

Otro cambio fue en los sesenta, cuando la empresa invirtió en una planta de fundición y de motores en Toluca; después la compañía se convierte en pionera en Ramos Arizpe, Coahuila, donde alrededor de la misma se crea un clúster automotriz y esa planta rompe récord en tecnología.

Hemos tenido que adaptarnos a regulaciones cambiantes, a manejar condiciones de mercado que no necesariamente son normales y entre ellas está la falta de orden en muchos de los temas crediticios, la mayor parte de la economía sigue siendo informal y eso impacta a organizaciones como la nuestra. También hemos tenido que lidiar con la entrada de vehículos usados de Estados Unidos.

¿Cómo ha contribuido GMM al desarrollo del país?

— Desde que se constituyó la empresa, en 1935, se convirtió en una de las compañías más grandes y en uno de los motores de la economía. Eso ha sido una constante en los 80 años de presencia en el país y en las últimas décadas, no solamente se ha incrementado su presencia, sino que se ha apuntalado como el referente de la industria automotriz en México.

Somos, por mucho, la empresa que mayor valor económico genera en el país. Ya sea en términos de ventas en dólares. en la generación de empleos o en el lanzamiento de vehículos y nuevas tecnologías.

¿Qué le aporta GMM a la corporación en Estados Unidos?

—Tenemos 800 ingenieros en Toluca totalmente capacitados en temas de diseño en la industria automotriz, nosotros nos encargamos de ciertos componentes y subsistemas a escala global y la contribución ha sido importante sobre todo en diseño y tecnologías paneles de puertas o temas de aislamiento. También en cuestiones térmicas y otros proyectos a futuro.

GMM es el cuarto productor más importante para la compañía y sigue creciendo a juzgar por los niveles de inversión que tenemos.

¿Cómo ha cambiado el mercado automotriz mexicano?

— Hacia finales de los ochenta y noventa éramos sólo cinco grupos compitiendo por el mercado mexicano y esos cinco grupos se han convertido en más de 40 marcas. Mucha de esta oferta viene incentivada por temas de producción con la idea de exportación al mercado de Estados Unidos. Y en esa expansión ha habido una lucha comercial, por talento, por recursos, por el desarrollo de cadenas de suministro y todo es afortunado para el país y para la industria porque eso no va a parar.

También hay un cambio generacional que nos lleva a un viraje importante en la oferta de vehículos, hay un bono demográfico que es un incentivo natural para la presentación de nuevas propuestas, sin embargo, también existe un cambio tecnológico que hace que el mercado mexicano sea uno de los más exigentes.

Al ser uno de los mercados más abiertos del mundo, el consumidor tiene acceso a lo mejor de las marcas y si bien, es un mercado que tiene precios de transacción menores a los de países desarrollados, tiene acceso a vehículos de primer nivel de todas las marcas.

Además hay temas ambientales y de seguridad que hacen que los autos sean cada vez mejores.

La industria se ha convertido en algo mucho más complejo que una sola métrica y hay algunas donde no somos la número uno, pero en el total, General Motors es el referente en la industria de mayor impacto en el PIB y eso nos hace sentir muy orgullosos.